RTVE se prepara para el gran 'tsunami'

Antes de que las primeras medidas se hicieran públicas, los directivos de Radiotelevisión Española (RTVE) se referían al plan de reforma del Ente Público como "el gran tsunami". La ola impactó el pasado día 10, cuando el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enrique Martínez Robles, desvelaba el número de personas que debían abandonar la compañía para no poner en riesgo la supervivencia de la radio y la televisión pública: 3.133, el 39% de los trabajadores fijos o con contrato indefinido (cerca de 8.000 en total). O el 44% si se contabilizan los 1.300 contratados.

La SEPI aspira a que el recorte de la plantilla no sea traumático ni genere una espiral de protestas. Los sindicatos de RTVE tienen como referencia los dos expedientes de regulación de empleo que se aplicaron entre 1992-1994 y 1998-2002. Al primero, que tenía como frontera a los empleados mayores de 58 años, se acogieron 1.895 personas de las 2.079 que teóricamente estaba afectadas por la franja de edad prevista. En el segundo, las extinciones de contrato por prejubilaciones y bajas incentivadas ascendieron a 1.298, según los datos de RTVE.

Comparada con las televisiones europeas, la española es la que menos empleados tiene

También han puesto los sindicatos el ojo en el recorte laboral que la SEPI aplicó a la empresa de astilleros públicos Izar, controlada por el grupo industrial público. Este plan afectó a 3.983 trabajadores (el 37% de la plantilla) de más de 52 años. Costó 1.200 millones de euros. Aunque RTVE no ha hecho públicos los fondos con los que cuenta para abordar el proceso de bajas laborales, sus directivos aseguran que habrá dinero "suficiente". Según la distribución de la plantilla, en RTVE hay 3.505 personas de 52 años o más. De 61 años o más hay 468.

Caso especial y atípico es el del histórico realizador Pedro Amalio López, que ya estaba en el Paseo de la Habana el 28 de octubre de 1956, cuando nació TVE. Con 76 años cumplidos, este pionero de la televisión sigue en la plantilla por "un problema de cotizaciones" a la Seguridad Social que ha venido arrastrando a lo largo de los años, según la empresa.

Ahora, el recorte de la plantilla viene acompañado de una reducción del peso de los centros territoriales de TVE y del cierre de emisoras de radio. Cataluña y Canarias son las comunidades más afectadas, y es aquí donde se han concentrado las protestas contra el plan de la SEPI. En la sede de Sant Cugat (Barcelona) los trabajadores impidieron la emisión en directo de ¡Mira quién baila!, el programa estrella de la cadena pública. Y ayer mismo, los trabajadores catalanes -300 según la Guardia Urbana, 1.000, según los convocantes- se manifestaron en la barcelonesa plaza de Sant Jaume para expresar su rechazo al Plan de Saneamiento. Sindicatos, partidos políticos y gobiernos autonómicos se han puesto en pie para intentar impedir que los centros territoriales queden reducidos a meras delegaciones informativas. ERC rechaza la "reestructuración salvaje" y reclama que la sede de Cataluña no merme. Y el Ejecutivo canario ha advertido de que ejercerá "toda la presión" política para mantener el operativo que TVE tiene desplegado en el archipiélago. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que el Centro de Producción de Canarias tendrá una consideración "especial" en este plan.

Los sindicatos aseguran que el Ente no es un "monstruo", ni un "mastodonte" ni "un pozo sin fondo". El problema "no es sólo de plantillas, sino de consenso, vía negociación, del futuro modelo". El diseño del modelo está en manos del Parlamento, que antes del verano habrá dado luz verde a la ley de reforma de RTVE.

Comparando con sus homólogas de la Unión Europea, la televisión española es la que menos empleados tiene. La italiana RAI ocupa a 11.800 trabajadores, France Télévision, a 13.500; la británica BBC supera los 20.000 y las alemanas ARD y ZDF suman 40.000. RTVE suma 9.212. Los sindicatos se preguntan con ironía si España quiere una televisión equiparable a Europa o a Uganda.

Otra de las patas que RTVE quiere retocar es la ordenanza laboral y la reclasificación de las categorías profesionales, dado que persisten más de 150 oficios y algunos han quedado obsoletos. "No tiene sentido que haya escayolistas y no diseñadores de páginas web", explica un portavoz.