La izquierda exige la retirada del contrato
La afluencia masiva de manifestantes contra la precariedad laboral ha sacudido la escena política. La izquierda respalda la protesta y cree que el Gobierno debe dar marcha atrás con el Contrato de Primer Empleo (CPE). Mientras, los sindicatos ya piensan en una huelga general. La derecha propone tratar a los estudiantes como gamberros.
François Hollande, primer secretario del Partido Socialista francés, decía ayer que lo importante es que "el primer ministro Dominique de Villepin escuche la voz de la razón". El ex ministro socialista Laurent Fabius opina: "No vale suspender el CPE, hay que retirarlo. Hago un llamamiento al presidente Chirac, al primer ministro Villepin y al jefe de la Unión para una Mayoría Popular (UMP), Sarkozy, para que demuestren su sentido de la responsabilidad".
Para el socialista Jack Lang, ayer ya convenía "levantar el acta de defunción del CPE". Su correligionario, el ex ministro de Economía Dominique Strauss-Kahn, creía que "el presidente aún está a tiempo de suspender el CPE y propiciar una negociación". Strauss-Kahn quiere enfrentar a Villepin y Chirac para dividir más a la derecha.
El líder de la CGT, Bernard Thibault, dice que lo que cuenta "es que somos un 30% más para manifestarnos de los que fuimos el 7 de marzo [día de la primera marcha]. La exigencia de retirada del CPE es hoy más potente". Jean-Claude Mailly, dirigente del sindicato Fuerza Obrera, amenaza: "Como hay más gente que el 7 de marzo no debiéramos descartar una huelga general".
Un diputado de la UMP, Yves Iego, próximo al ministro Sarkozy, admitía que "el objetivo del CPE es legítimo, pero la manera de ponerlo en práctica no ha sido la más adecuada". Otro diputado UMP, el ex ministro Eric Raoult, intentaba desviar el problema de la protesta hacia la cuestión de la violencia de algunas minorías: "Debiéramos poner en vigor la ley en contra de los gamberros", una norma derogada en 1981. Este discurso sirve para asociar el combate contra el CPE con el pillaje y la quema de vehículos.
El ultraderechista Jean-Marie Le Pen iba en el mismo sentido al tratar a los manifestantes de "minoría que desafía al Parlamento".
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