EE UU detiene a 30 insurgentes en la segunda jornada de ofensiva en Irak

Las fuerzas norteamericanas que lanzaron el jueves una gran ofensiva contra bastiones de la insurgencia en Samarra, en el norte de Irak, han detenido a 50 sospechosos de pertenecer a milicias rebeldes, 30 de los cuales quedaron bajo custodia militar. Un portavoz de las tropas estadounidenses aseguró ayer que la operación de Samarra, en la que participan 50 helicópteros, se concentra en una zona de unos 40 kilómetros cuadrados en donde suelen actuar los insurgentes. El Ejército informó de que el jueves, un soldado de EE UU murió al ser disparado cuando se encontraba en un puesto de observación en Samarra.

Por otro lado, el embajador estadounidense en Irak, Zalmay Jalilzad, anunció ayer que se estaba trabajando para fijar la fecha de una reunión con altos funcionarios iraníes para conversar sobre Irak, y adelantó que el encuentro se celebrará en Bagdad. Jalilzad manifestó que la comunidad internacional, y especialmente los países árabes del golfo Pérsico, deberían ayudar a financiar la reconstrucción de la economía iraquí. El embajador ha desempeñado un importante papel a la hora de presionar a los políticos iraquíes para que comiencen las negociaciones para la formación del nuevo Gobierno.

Con la situación política estancada, la violencia continúa en todo el país. Cuatro soldados de EE UU murieron al explotar una mina en Miqdadiya, al noreste de Bagdad, según la policía iraquí. Al menos cinco personas fallecieron en distintos atentados, entre ellos el ex jefe del municipio de Ramadi, un bastión insurgente al oeste de la capital, Khudr Abdaly. También aparecieron tres cadáveres con signos de tortura en Bagdad.