Maragall matiza sus críticas, pero todos los grupos menos ERC le achacan haber enrarecido el diálogo
El nombre del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, estuvo presente ayer en la Comisión Constitucional del Congreso, donde se debate el futuro Estatuto de Cataluña. Tanto CiU, como ICV, y de manera discreta pero no menos rotunda, el PSOE, consideraron del todo inoportuna la crítica de Maragall al acuerdo entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de CiU, Artur Mas, que aquél tachó de "dudoso y precipitado".
Es más, Maragall se llevó la mayor parte de las culpas de la falta de acuerdo entre socialistas y CiU para cerrar el capítulo de aeropuertos. El vicesecretario general del PSC, Miquel Iceta, en contraste con lo dicho por Maragall, afirmó en plena comisión que su partido apoyaba sin tibieza el acuerdo de CiU con el presidente del Gobierno. El más duro en el reproche fue Josep Antoni Duran Lleida, que achacó a Maragall "la irresponsabilidad" de haber "echado a perder" la negociación sobre el aeropuerto.
Nadie atendió ya unas nuevas declaraciones del presidente de la Generalitat en las que se podían apreciar matices a sus críticas anteriores. A su juicio, "los contactos del Gobierno español con fuerzas políticas catalanas, y concretamente CiU, tienen de bueno que garantizan el compromiso de CiU en el escenario español, no sólo el catalán". Pero también insistió en los aspectos que no le parecen bien. "Tienen de incierto que dejan la puerta abierta a alguna queja de carácter reivindicativo", dijo. Maragall deseó que pronto termine el debate y culmine con "un buen Estatuto".
Pero sus palabras de ayer no tuvieron eco en el Congreso ya que todos los grupos políticos, a excepción del PP, que asistía regocijado a la pelea de los partidos que componen el Gobierno tripartito en Cataluña, invocaban su nombre para atribuirle el fracaso de la negociación.
Felip Puig, portavoz de CiU en el Parlamento de Cataluña, dio por sentado que para los socialistas "Maragall ya está amortizado". Y le instó a que cogiera el avión y viniera a Madrid a negociar lo que había estropeado. Los defensores del presidente se encontraban en ERC. Josep Lluís Carod Rovira salió de la Comisión Constitucional para hacer una defensa a ultranza de Maragall y respondió a CiU que el presidente tenía otras cosas que hacer.
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