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Reportaje:

Las monjas buscan vocaciones en la red

Una 'web' de las dominicas dice que "santa María Magdalena fue una cachonda como tú"

Los caminos del Señor son inescrutables, y si no que se lo digan a las dominicas de la Presentación de Barcelona. La falta de vocaciones lleva a más de una congregación a actualizar, si no su doctrina, sí su mensaje de introducción. Por ejemplo: "Santa María Magdalena también fue una cachonda como tú". Así lo afirman estas dominicas en su página web, todo un moderno ejemplo de "civilización" de las almas salvajes. Definitivamente inescrutables: ¡A Dios desde la juerga!

La página www.mivocacion.com, alimentada por estas dominicas, busca nuevas monjas. Y lo hace con humor y con un lenguaje actual, que para muchos católicos ortodoxos puede resultar hasta excesivo. ¿Se puede alentar una vocación religiosa del mismo modo que José Bono busca nuevos soldados para el moderno Ejército español?

"¿Yo, monja...? ¡Ja! ¡Ja!", comienza diciendo la web, para a continuación preguntar a supuestos estereotipos: "¿Te gusta soñar? ¿Eres una romántica? ¿Te va la marcha frenética? ¿Eres una vividora? ¿Te gusta rezar y estar cerca de Dios? ¿Eres una piadosa?". La aludida pincha entonces en la categoría con la que se siente identificada. Obviamente, llama la atención esa que alude a las "vividoras y marchosas". Lejos de achantarse, las dominicas barcelonesas persisten en su osado lenguaje: "¿Te gustan los hombres, la disco y las pelas? ¿Te enamoras con facilidad?".

Las dominicas de la Presentación entran entonces en detalle: "De entre todas las opciones que existen en la vida, toda joven debería plantearse, además, muy seriamente estas dos opciones: ¿ser gigolá o ser monja? En un último intento por atraer el interés de las más díscolas, las monjas recuperan el lenguaje más directo: "¿Borrachina? ¿Marchosa? ¿Enamoradiza? Bien. Tal vez seas la monja perfecta". ¿Sorprendente? Las dominicas razonan y aportan ejemplos: "¿Conoces bien el mundo y la vida? Pues mejor podrás ayudar a los hombres y mujeres de este mundo. Y no serás la primera: santa María Magdalena, sin ir más lejos, también fue una cachonda como tú".-

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