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El número de pacientes que esperaba un trasplante bajó un 4,3% en 2005

Javier Martín-Arroyo

España registró por primera vez en la historia un descenso homogéneo en las listas de espera de enfermos para recibir trasplantes. Esta reducción de 236 enfermos en el combinado de listas de espera de corazón, hígado, pulmón y riñón, que ha pasado de 5.193 personas a 4.967 (un 4,35% menos) se ha debido al gran aumento de la donación y a la unificación de criterios de los profesionales de las diferentes comunidades autónomas. "Es la mejor noticia en muchos años", afirmó satisfecho Rafael Matesanz, coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes.

La cifra se conoció el lunes tras la última reunión de la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial, que reúne a los 17 coordinadores autonómicos de trasplantes. Los enfermos renales descendieron de 4.231 a fecha 1 de enero de 2005, a 4.147 el 1 de enero de 2006. Durante el último año, los enfermos hepáticos en espera pasaron de ser 701 a 605, los pulmonares de 145 a 130, y los cardiacos de 116 a 85.

Al liderazgo mundial de España en la donación, que le hizo alcanzar la cifra récord de 1.546 donantes y 3.734 enfermos trasplantados en 2005, hay que sumarle la unificación de criterios de los profesionales de los distintos centros autonómicos. "Racionalizamos la donación porque los índices de una comunidad a otra presentaban diferencias tremendas ante la urgencia, siempre relativa, que presentan los enfermos, y a la dispar gestión de listas de espera", explicó Matesanz, que inauguró el IV Congreso de la Sociedad Andaluza de Trasplante de Órganos y Tejidos el pasado jueves en Marbella. "Muy pocos países han conseguido adecuar la oferta a la demanda. Es una noticia excepcional. Hasta ahora cuantos más trasplantes se realizaban, más receptores atraías. Batíamos récords, pero las listas de espera crecían sin freno", afirmó.

80% de renales

Sólo en 2002 se había dado una ligera reducción en el número de personas que esperaban un trasplante, pero fue muy inferior (un 0,66%), informa Emilio de Benito. El descenso se debió a una disminución en la cantidad de enfermos renales, que representan más del 80% de las personas que necesitan un órgano.

El grupo en el que fue más acusado el descenso en 2005 fue el de los enfermos cardiacos (bajó un 26,7%). Esta tendencia se debe a una mejora en las técnicas de trasplante, pero, sobre todo, a que cada vez hay más tratamientos alternativos, que hacen que no se recurra a un trasplante.

En el éxito del sistema también se refleja la solidaridad de la población, que ha hecho que España sea el país con mayor tasa de donantes y, también, el que menos negativas familiares a la donación tiene. Este indicador descendió en 2005 hasta situarse en sólo un 16,5% de los casos. "Es obvio que no estamos ante una tendencia episódica", resumió Matesanz.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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