"¿Cómo he estado preso sin pruebas?"

Javier Villanueva no consiguió retener las lágrimas el lunes cuando el tribunal que lo juzgaba decidió absolverlo. Este sevillano de 29 años afincado en Santa Cruz de la Sierra se enfrentaba a la posibilidad de pasar hasta 30 años preso en Bolivia. El Ministerio Fiscal le acusaba de haber colocado la bomba que mató a la fiscal Mónica von Borries en febrero de 2004. Desde marzo, ha estado detenido, los últimos meses en un pequeño apartamento de la capital cruceña. Su calvario, y el de su familia, parece que se empieza a cerrar con el fallo del tribunal, que lo declara libre por falta de pruebas.

Pregunta. ¿Por fin ha terminado esta historia?

Respuesta. Debería ser así, pero según tengo entendido la Fiscalía va a apelar. Por lo menos, eso es lo que están diciendo en la televisión de aquí.

"Lo peor fueron las seis horas de torturas el día de mi detención. Pensé que me mataban"

P. Entonces, ¿no sabe cuándo podrá regresar a España?

R. El jueves se hará oficial el fallo del tribunal y en ese momento saldré a la calle libre. Luego es muy posible que la Fiscalía apele el fallo. En un mes y medio, se supone que volverán a ratificar el fallo y en ese momento podría volver. El problema sería que se recurriera otra vez en Sucre, lo que supondría por lo menos un año más. Pero, de todas formas, estoy muy contento porque me han declarado inocente.

P. Después de casi dos años preso en Bolivia, ¿que ha aprendido un chico de 29 años?

R. Lo que he aprendido es que hay muchas injusticias. En el mundo hay muchas injusticias porque existen intereses ocultos, poderes que no están muy claros. Hay que andar con los pies de plomo y también hay que pensárselo dos veces antes de juzgar a alguien sin conocer el caso. También he sacado una parte positiva: La solidaridad de mi gente, de mis amigos, de paisanos que no me conocen de nada, gente anónima que me ha ayudado.

P. ¿Quién es el responsable último de que haya estado tanto tiempo preso?

R. El Ministerio Fiscal de Bolivia. La Fiscalía ha sido quien me ha imputado. La Fiscalía ha sido quien me ha acusado. A mi entender, el juez cautelar también ha incurrido en un delito de prevaricación porque, si el tribunal me ha declarado inocente por falta de pruebas, ¿cómo es posible que haya estado un año y medio preso si no existían pruebas? Creo que ha habido una conspiración.

P. Cuando le dejen salir del apartamento en el que está recluido, ¿contratará algún servicio de seguridad?

R. Seguramente sí. Con todos los que he hablado me han recomendado lo mismo, que me proteja bien.

P. ¿Se arrepiente de algo?

R. No, en absoluto. Lo único que he hecho es luchar por mis derechos. No he caído en nada ilegal ni en nada que considere que no sea ético.

P. ¿Se arrepiente de haber trabado una amistad con el italiano Marco Marino Diodato?

R. No. Como dices, lo que tenía con él era una relación de amistad. No creo que me deba arrepentir de una amistad. Además, ni yo, ni mis abogados, ni la población boliviana sabe realmente si él fue el responsable de la muerte de la fiscal, si está vivo o muerto...

P. ¿Se arrepiente de haberse marchado a Bolivia?

R. Tampoco. Yo quería buscar nuevos horizontes y prosperar. Y con 22 o 23 años era muy complicado en España. Necesitaba una mayor inversión. Lo que sí echo muchísimo de menos es estar en un país como España, con su seguridad. Pero no me arrepiento de haberme venido a Bolivia. Nunca se sabe qué puede pasar si no lo intentas. Eso sí, aquí he madurado mucho a base de palos.

P. Cuando pasen los años, ¿qué recuerdo cree que tendrá de Bolivia?

R. Como país es muy lindo y la mayoría de sus gentes son buenas. La población ha estado conmigo. Te pongo un ejemplo muy bonito. Cuando se pronunció el fallo de absolución, toda la sala (yo sólo conocía a tres personas entre ellas mi padre) se puso a aplaudir. La población estaba con nosotros. El sistema es el que ha resultado muy malo. Aunque después de cinco semanas de vista oral me han absuelto los jueces, lo cierto es que he estado un año y siete meses en la cárcel. En todos los países hay gente mala, el problema es que a mí me han tocado aquí.

P. ¿Qué le debe a su padre?

R. Mi vida. Completamente entera en todos sus sentidos. Totalmente. Sin él, nunca abría conseguido salir de aquí.

P. ¿Qué ha sido lo peor de estos casi dos años?

R. Ha habido muchísimos momentos muy malos. Pero el peor fueron las seis horas de torturas el día de mi detención. No se lo deseo ni a mi peor enemigo. Luego también ha habido amenazas en la cárcel, fugas... Pero el peor momento fueron las torturas... Pensaba que me iban a matar...

P. ¿Y lo mejor?

R. Lo mejor ha sido la unión con mi familia y con mi novia Carola. También la solidaridad del pueblo de España que, sin conocer de nada a un chaval, creyeron que yo era inocente.

P. ¿Qué será lo primero que haga cuando regrese a España?

R. Lo primero ir a ver a mis abuelos y abrazarlos. Pasar una tarde con ellos de charla y con mi gente.

P. ¿Se llevará a su novia Carola?

R. Claro que sí. Ella ha sido un apoyo fundamental. Ha sido quien me ha dado de comer en la cárcel, quien me llevaba la ropa. Ha sido la pieza fundamental aquí, siempre pendiente de mí.