Gallardón tirará tres edificios de la Cava Baja para recuperar dos tramos de la muralla
IU rechaza que se expropien los inmuebles, y los vecinos se quejan de la falta de información
El Ayuntamiento de Madrid se ha propuesto recuperar la muralla medieval de la ciudad. Para lograrlo pretende intervenir sobre 17 fincas existentes en las manzanas de la Cava Baja y la calle del Almendro, así como en la de la Escalinata y el Espejo. Demolerá, al menos, tres edificios en la manzana de la Cava Baja. Además, concederá a una sociedad privada "el desarrollo y ejecución por el sistema de expropiación" de las zonas afectadas. Los vecinos y comerciantes se quejan de la falta de información sobre el plan municipal y protestan por la indefinición sobre el realojo.
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, quiere que, al menos, dos tramos de la muralla cristiana de Madrid -ocultos desde hace siglos- vuelvan a ver la luz. Para lograrlo, el Ayuntamiento reformará un tramo de la Cava Baja y de las calles del Espejo y la Escalinata, según fuentes de la Concejalía de Urbanismo.
El proyecto, que ya ha salido a concurso, cuenta con un presupuesto inicial de 24.979.403 euros. Con él, además de mostrar la muralla, el gobierno municipal pretende eliminar la infravivienda de la zona. En total se reformarán 9.916 metros cuadrados del centro histórico, unos trabajos que incluyen la creación de casi 3.000 nuevos metros cuadrados de zonas verdes. Pero, para cumplir sus planes, el Consistorio tendrá que intervenir sobre nueve fincas de la Cava Baja y otras ocho de la manzana de la Escalinata y el Espejo.
En la Cava Baja se concentran decenas de restaurantes típicos de la capital y es una de las zonas más visitadas por los turistasy paseantes. En el interior de estos establecimientos se oculta la conocida muralla medieval de la capital, cuya construcción se llevó a cabo entre los siglos IX y X y que, en este tramo, corresponde al periodo cristiano, después de la conquista de Madrid por Alfonso VI.
Pasillo peatonal
La Concejalía de Urbanismo pretende crear un pasillo peatonal por el interior de la manzana de la Cava Baja para que los viandantes puedan contemplar los restos de este monumento histórico. Esto obliga a la demolición de los "cuerpos traseros" de los edificios situados en el número 5 de la calle del Almendro y de dos edificios situados en Cava Baja, 30 y 32.
Además, las plantas bajas de varios inmuebles de la zona se vaciarán para hacerlas diáfanas y que sirvan de mirador de la muralla. También se alargará la calle del Pretil de Santisteban hacia el interior de la manzana para mejorar la visión del monumento. En total se verán afectadas por las obras -el Ayuntamiento no especifica en qué grado- 57 viviendas de la Cava Baja y otras 36 en Escalinata.
El pasado 6 de septiembre, el Consistorio inició el concurso para adjudicar a una empresa privada "la gestión, desarrollo y ejecución por el sistema de expropiación". Ante la complejidad técnica del proyecto, el Ayuntamiento ha ampliado hasta el 17 de marzo el plazo de presentación de propuestas.
Según Pablo Pulido, vecino del número 30 de la Cava Baja y propietario de un restaurante, en la zona "pretenden hacer un mirador al fondo del portal para poder ver la muralla mozárabe". Pulido se queja de la expropiación y de la falta de información. "Los vecinos no sabemos nada de lo que harán con nosotros", protesta. Y explica: "Los edificios expropiados pasarán a ser gestionados por la empresa adjudicataria, que construirá unas 125 viviendas". Según este residente, está previsto que se tiren tres cuerpos de su edificio para hacer un pasillo interior y facilitar el acceso hasta el monumento.
Pero, además, un viejo edificio de la calle del Almendro, 5, que está apuntalado desde años, será demolido. El Ayuntamiento también tiene planes, aunque no explica cuáles, para los números 11 y 13 de la misma calle.
Un portavoz de Urbanismo aseguró ayer que en la zona se construirán 125 viviendas, el 50% con algún tipo de protección. Además, se crearán 2.937 metros cuadrados de zonas verdes. Urbanismo explica que el adjudicatario del proyecto -la empresa que gestionará toda la reforma- está obligado a realojar a las familias afectadas, y fija el plazo de ejecución en cinco años.
Justo Calcerrada, concejal de IU, afirmó ayer que su grupo está a favor del plan, "pero evitando la especulación". Calcerrada considera, no obstante, que no hay motivos para la expropiación en este caso. "Las viviendas están bien. Hay unas 70 familias viviendo allí". Y añade: "Se podría actuar sin cambiar el plan urbanístico". Urbanismo replica que el proyecto tiene, fundamentalmente, una vertiente cultural.
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