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Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de Bahrein

McLaren, de la pesadilla al sueño

La falta de fiabilidad del coche obliga a otra gesta a Raikkonen, que salió último y llegó tercero

Robert Álvarez

Kimi Raikkonen sería el concursante perfecto para el concurso Más difícil todavía. La primera carrera de la temporada fue un calco de al menos cuatro de las que disputó el año pasado. Es decir, volvió a sufrir un problema mecánico en su McLaren durante las calificaciones y tuvo que enfrentarse en la prueba de Bahrein a la quijotesca tarea de remontar hasta llegar al podio. Muy metirorio, pero el piloto finlandés está harto de las panas que sufre su McLaren. El sábado, una rotura de la suspensión de su flamante MP4 / 21, concretamente del trapecio inferior derecho trasero, le obligó a partir desde la 22ª y última posición. Su carrera fue vertiginosa, confirmando sus cualidades superlativas de pilotaje y la rapidez del McLaren. Concluyó en el tercer puesto, una gesta similar a la del año pasado cuando ganó en Japón saliendo desde la 17ª posición.

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A sus 26 años y medio, el piloto finlandés se enfrenta a una temporada especialmente delicada para él porque ya ha perdido dos veces el título, frente a Michael Schumacher en 2003 y a Fernando Alonso en 2005. Corre el riesgo de ser visto como un nuevo Poulidor, el magnífico ciclista francés de los sesenta y setenta, que siempre tuvo que conformarse con el segundo puesto, ensombrecido por fueras de serie como Anquetil y Merckx.

¿Tercero? "Es un gran resultado después de la decepción de las calificaciones pero sabíamos desde el principio del fin de semana que el coche era competitivo", explicó hierático como siempre Raikkonen. "He tenido la suerte de doblar muchos coches en la salida. Era 13º en la segunda vuelta y gracias a nuestra estrategia de ir a una sola parada hemos ganado algunas plazas".

En McLaren la botella puede verse tanto medio llena como medio vacía. Su otro piloto, Juan Pablo Montoya, concluyó en la quinta posición y contribuyó a igualar con Renault en el primer puesto por marcas. Muy meritorio pero, por potencial, McLaren aspira a ganar, a desbancar a Alonso y a Renault y a mantener a raya a Ferrari. Por ahora, no lo está logrando.

Los problemas se veían venir desde los primeros ensayos invernales. Después de pasar sus vacaciones entre Finlandia, Suiza y España en compañía de su esposa Jenni y de operarse de un problema en un cartílago de su rodilla izquierda, Raikkonen repitió en los primeros entrenamientos las malas sensaciones que experimentó en varias carreras el año pasado. Habían transcurrido 109 días desde que pilotó por última vez el MP4 / 20, y su estreno a los mandos del MP4 / 21, a finales de enero en Cheste, resultó descorazonador. El piloto probador Pedro Martínez De la Rosa rompió el propulsor cuando efectuaba un simulacro de carrera, Montoya sufrió problemas con su bólido y Raikkonen tuvo que abandonar una de las tandas de entrenamiento a causa de una fuga de aceite en su flecha plateada.

Los ingenieros de McLaren, entre los que ya no se cuentan dos de sus piezas básicas como eran su director técnico Adrian Newey y su jefe de aerodinámica Nicolas Tombazis, son conscientes de que no pueden permitirse repetir el flojo inicio de campeonato del año anterior. David Richards, ex jefe de Bar-Honda, así lo advertía en la revista F1 Racing: "McLaren empezó 2005 de forma muy conservadora y ya pasaron los días en que uno podía decir 'vamos a empezar poco a poco y a coger ritmo para cuando lleguemos a Europa'. Hoy en día hay que llegar a la primera carrera listo para ganar".

A las dificultades del quehacer diario, se añade la compleja situación contractual de Raikkonen. Sabedor de que el año próximo Alonso se integrará en McLaren, el piloto finlandés debe deshojar la margarita sobre su futuro. No se cierra ninguna puerta. "A mí eso no me influye", dice. "Voy a seguir trabajando con McLaren. Si la escudería cuenta conmigo, estaré con Fernando en 2007". Sin embargo, lo que desconoce Raikkonen es si Schumacher continuará en Ferrari, un dato decisivo para su toma de decisiones en vistas a 2007.

Kimi Raikkonen, a la izquierda, por delante de los Toyota de Ralf Schumacher y Jarno Trulli.
Kimi Raikkonen, a la izquierda, por delante de los Toyota de Ralf Schumacher y Jarno Trulli.EFE

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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