Semáforo verde

Arrancó la temporada, en el escenario más insólito del gran circo, en un circuito en medio del desierto, Bahrein, con toda la emoción y la magia que tiene siempre el comienzo de una temporada de fórmula 1. En esta ocasión, bien podría considerarse el final de una época y el comienzo de otra nueva, aunque esto se ha dicho muchas veces, porque ya se sabe que la fórmula 1 es cambio y evolución.

Desde el punto de vista de la técnica y los reglamentos, los cambios de esta temporada -motores V8 y el fin de los V10, cambios de neumáticos otra vez y nuevo procedimiento para los entrenamientos oficiales- pueden ser el preludio de transformaciones más profundas en las especificaciones de los coches de fórmula 1. Con los cambios de este año, se pretendía reducir costes y hacer que los coches corriesen menos y que fuesen más fáciles los adelantamientos, pero la reducción de coste no se ha producido: los constructores de los motores han tenido que invertir en el desarrollo del nuevo propulsor. Lo que la pretemporada y esta primera carrera han demostrado es que los coches no van a ser más lentos.

La carrera de Bahrein ha confirmado alguna de las claves que se insinuaron durante la pretemporada, aunque con alguna sorpresa. Renault, McLaren y Ferrari son los grandes aspirantes a los títulos, con el trío Alonso, Raikkonen y Schumacher. La sorpresa quizá, que los Ferrari han sido más rápidos de lo que se esperaba, y los McLaren más fíables, si descontamos el problema de Raikkonen en los entrenamientos. A destacar, la confirmación de Honda como equipo que dará mucho que hablar, muy competitivo en este primer round.

Queda todo por pasar, dieciesiete de dieciocho grandes premios, pero el podio de ayer indica por dónde van a ir los tiros esta temporada. Con toda seguridad será igualada y muy reñida. Volverá la emoción. Esta es la fórmula 1 de la que queremos disfrutar todos. La que crea afición.

Alonso no lo va a tener fácil. Raikkonen sigue ahí, en el sentido más amplio de la expresión. Como sucedió más de una vez la temporada pasada, salió el último y llegó al podio con talento de campeón. Si los motores le van bien, se lo va a poner muy difícil al asturiano. Por su parte, el alemán, tras una mala temporada vuelve a tener un coche competitivo. Junto a la nueva normativa sobre cambio de neumáticos, que sin duda beneficia a Ferrari, le va a permitir luchar por el campeonato.

Si esto es así, si todo se desarrolla como en Bahrein, tenemos el espectáculo y la emoción garantizados. Un viejo profesor tras el título que le permita retirarse siendo campeón; un joven y ambicioso piloto en busca de su primer título; y un joven campeón que no sabe perder en busca de su confirmación como el mejor.

Santiago L. Valdivielso, ex director general de la Guardia Civil.