_
_
_
_
Crónica:Fórmula 1 Gran Premio de Bahrein
Crónica
Texto informativo con interpretación

Alonso corona el mejor podio

Tras un apasionante duelo con Schumacher, el español gana la primera prueba mientras Raikkonen escala hasta el tercer puesto

Algunas cosas han cambiado en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, pero una es inamovible: Fernando Alonso continúa ganando. En el Gran Premio de Bahrein, en una carrera apasionante, el español, de 24 años, demostró de nuevo que es uno de los mejores pilotos, tal vez el mejor, y que cuenta de nuevo con un coche, su Renault R26, capaz de propulsarle hacia su segundo título. Es prematuro decirlo porque todo acaba de empezar. Pero las primeras incógnitas que ayer se despejaron en el circuito de Sakhir permiten augurar otra temporada llena de éxitos para la escudería francesa y para el campeón más joven de la historia de la F-1.

Sin embargo, parece también evidente que la lucha será este año mucho más intensa que el pasado. Ya no están solamente Alonso y el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) en condiciones de ganar. Ahora se han reincorporado Ferrari, con el alemán Michael Schumacher rebosante de ilusión y preparado a fondo para tratar de volver a la cumbre, y Honda, que parece tener su cruz en el voluble británico Jenson Button, que busca aún su primera victoria. De momento, ayer quedó claro que Michael Schumacher es todo un candidato. Ferrari ha puesto en sus manos un coche competitivo y el heptacampeón encabezó la carrera al principio y en diversas fases, luchó por el triunfo hasta el último momento y terminó felicitando a Alonso por su primer triunfo de la temporada y el noveno de su historial personal.

Alonso aguantó el ataque. Se mostró muy fuerte psicológicamente y en su pilotaje
Más información
Alonso deslumbra como número 1
Nico Rosberg, el más joven en anotarse la vuelta rápida
"Fue una carrera divertida"
McLaren, de la pesadilla al sueño
Más de 4 millones de espectadores vieron la victoria de Alonso en Bahrein

El duelo que mantuvieron Alonso y Schumacher desde el inicio hasta el final fue antológico. Más parecían dos gladiadores confrontando sus armas, marcando su terreno, buscando estrategias y cruzando sus caminos que dos simples pilotos. La batalla comenzó en la salida, cuando Alonso se escoró hacia la derecha para intentar sobrepasar a los dos Ferrari que le precedían en la parrilla. El intento se frustró porque el brasileño Felipe Massa demostró una experiencia impropia de sus 24 años y cerró con eficacia el paso al asturiano. No obstante, aquello apenas duró tres curvas porque en la cuarta Alonso adelantó sin contemplaciones a Massa y comenzó a perseguir a Schumacher.

La pugna estaba servida. Y, a medida que la carrera iba avanzando, iba desvelándose que el alemán no sólo no había salido con menos gasolina que Alonso, sino que su Ferrari era tremendamente competitivo en ritmo, que era muy rápido y que tenía fiabilidad. En los tiempos de vuelta que marcaban las pantallas no había prácticamente diferencias entre él y el Renault de Alonso e incluso el Honda de Button, que les perseguía bastante alejado. Habían transcurrido 15 vueltas cuando Schumacher entró en los boxes y Alonso se convirtió en líder por primera vez. Seis más tarde abandonó el italiano Giancarlo Fisichella con el motor de su Renault perdiendo potencia a raudales -"un problema de sensores que carece de importancia", explicaron miembros de su equipo-. Cuando concluyó el primer repostaje, nada había cambiado en la cabeza: Schumacher era el primero, seguido de Alonso y Button.

El gran choque, el enfrentamiento decisivo, se produjo en el segundo repostaje. Schumacher entró el primero, en la vuelta 36ª, y salió en la tercera posición, por detrás de Alonso y Button. Tres vueltas más tarde le tocó el turno al ovetense, que tardó un segundo menos que el alemán (7,7s). Era poco margen, pero resultó un tiempo precioso y suficiente. Cuando Alonso salía de su taller, el Ferrari de Schumacher se vislumbraba en el horizonte como un puntito rojo. Pero en el momento en que entró en la pista estaba ya rozando su rueda trasera. Los dos coches enfocaron casi en paralelo -Alonso le sacaba la rueda delantera- la curva a derechas. Pero Alonso tenía el interior y, por tanto, a Schumacher no le quedó más remedio que irse abriendo hacia el exterior de la curva. Aquel momento fue mágico, inolvidable, porque los dos gladiadores sabían que era allí, en aquellos segundos, en los que se estaba dirimiendo la suerte del combate. Y Alonso aguantó el ataque. Se mostró muy fuerte psicológicamente y en su pilotaje. Y salió victorioso.

La batalla acabó ahí. Aunque Schumacher lanzó un último ataque, a falta de cinco vueltas, acercándose hasta cuatro décimas a Alonso e intentando adelantarle. Fue la última estocada. Después la atención se centró en otro punto caliente de la carrera: la lucha por el tercer puesto. Y ahí tuvo un protagonismo incuestionable Raikkonen, que, acertando en su estrategia de ir a una sola parada, consiguió escalar desde la última hasta la tercera plaza y resistir después el acoso de un Button que concluyó el cuarto. "Esto prueba que somos competitivos y que, si no hubiera sido por el problema del sábado, habría podido ganar la carrera", afirmó el finlandés con la vista ya puesta en la cita del próximo domingo en Malaisia.

Fernando Alonso, después de incorporarse a la carrera tras repostar por segunda vez, consigue que Michael Schumacher no le adelante.
Fernando Alonso, después de incorporarse a la carrera tras repostar por segunda vez, consigue que Michael Schumacher no le adelante.ASSOCIATED PRESS

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_