A Tecnatom le va la simulación
La mayor empresa de tecnología nuclear española factura 60,5 millones con la venta de simuladores de plantas nucleares a todo el mundo
También en Tecnatom están pendientes del resultado de las OPA sobre Endesa. La participación de la principal eléctrica española en su accionariado alcanza el 45%. Iberdrola posee un 30%, Unión Fenosa un 15% y el resto forma parte de su autocartera. Pero ocurra lo que ocurra, sus ejecutivos no muestran señales de preocupación.
Desde que se fundó la compañía en 1957 para servir de soporte técnico en los balbuceos de la energía nuclear en España, Tecnatom ha presenciado desde su privilegiado tendido todas las vicisitudes de la industria eléctrica española y sus fusiones y adquisiciones, hasta hoy.
Está acostumbrada a los desafíos. Tanto los de sus empresas participadas como a los giros de las políticas energéticas en España. "En los años setenta el programa nuclear era superior al que hoy tiene Francia", afirma Juan Ortega Delgado, jefe de la división de Innovación y Desarrollo de Mercados.
Su auditoría sobre Zorita fue definitiva para que el Consejo de Seguridad Nuclear propusiera el cierre de la central
Aquel plan se suspendió. Pero la experiencia acumulada en el adiestramiento de los operadores de centrales nucleares y el desarrollo de simuladores con tecnología propia les permitió abrirse a nuevos mercados emergentes y a tentar a partir de 2000 otras áreas de negocio, tanto en el mercado de la generación a partir de otras fuentes energéticas, el transporte aéreo y ferroviario y la formación.
Las cuentas del año pasado arrojan cifras positivas para una plantilla de 523 trabajadores de los que 491 son fijos. El volumen de negocio bruto alcanzó los 60,536 millones de euros, con un resultado neto de 1,624 millones, un 66% más que en 2004.
Al margen del significado de estas cifras como retrato de la gestión empresarial, para Tecnatom no son relevantes sus resultados. "Si ganamos mucho dinero nuestros clientes nos pedirán inmediatamente que les reduzcamos las tarifas", dice Antonio F. Alonso, su director general.
Tecnatom no está para ganar dinero. El 90% de sus clientes son semicautivos, pues resultan ser sus propietarios y dueños a su vez de las nueve centrales nucleares que operan en España. Tecnatom supervisa su funcionamiento, forma a sus operarios (tienen que reeducarse dos veces al año), vigila sus sistemas de seguridad y las especificaciones, prueba sus materiales. Lo hace todo.
Con la central nuclear más veterana, la de José Cabrera (1968, Zorita, Guadalajara), ensayaron la primera auditoría que se hizo en España sobre cultura de seguridad según parámetros internacionales. Las deficiencias recogidas en el informe fueron definitivas para que el Consejo de Seguridad Nuclear, con el voto en contra de su presidenta, María Teresa Estevan, propusiera el cierre de la central, a menos que su operador aplicara reformas muy costosas. En otoño de 2002, el Gobierno de José María Aznar decidió que el cierre se produjera en las próximas semanas.
Alonso Ramos y el equipo de directivos de Tecnatom están convencidos de que la central se mantiene en perfectas condiciones para continuar operando con seguridad por muchos años más y que su cierre responde a una decisión política, sobre la que han pasado página.
La compañía tiene en sus instalaciones réplicas milimétricas de todas las salas de control de las plantas nucleares y talleres donde se han preparado simuladores de subestaciones eléctricas para AENA, programas de inspección, operación e ingeniería medioambiental de todo tipo de plantas de generación eléctrica.
Recientemente ha adquirido dos empresas francesas, Metalscan y M2M con la finalidad de abrirse un nicho en el poderoso y protegido mercado nuclear francés. Donde ya cuentan con clientes seguros es en el sector nuclear de todos los continentes. Por ejemplo, han participado en el desarrollo de la sala de control de la central nuclear avanzada de Lungmen en Taiwan y Laguna Verde en México. Están finalizando la entrega del sistema completo de inspección y reparación de los generadores de vapor de la central de Kola en el ártico ruso y han suministrado los dos mayores sistemas de inspección no destructiva (radiografías) de los componentes aeronáuticos del Airbus que se fabrican en España. Los próximos contratos confían conseguirlos en cualquiera de las 11 nuevas plantas nucleares que se proyectan en la Costa Este de Estados Unidos.
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