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Dos años de la matanza de Madrid

La división política marca los actos del 11-M

Andrea Rizzi

Dolor. Emoción. Sobriedad. Y división. Los numerosos actos que recordaron ayer en Madrid el segundo aniversario de los atentados del 11 de marzo de 2004, donde fueron asesinadas 191 personas y casi 2.000 sufrieron heridas, tuvieron, al menos, esos cuatro denominadores comunes. El más destacado de los actos, el organizado por el Ayuntamiento de la capital en el Bosque del Recuerdo, ubicado en el Parque del Retiro, lo dejó evidente. En él estuvieron presentes bajo un sol primaveral el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy. El uno al lado del otro. Pero sólo fue por un momento y, nada más acabado el acto, demostraron la abismal distancia que los separa.

Las ceremonias fueron sobrias y contenidas, aunque hubo gritos esporádicos contra Zapatero y Manjón
Los numerosos homenajes convocados escenificaron la fractura entre las asociaciones de afectados del terrorismo
El acto celebrado en el Bosque del Recuerdo reunió por unos minutos a Rajoy y Zapatero con las víctimas
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Rajoy y Aguirre insisten ante las víctimas en sembrar dudas sobre la autoría del 11-M

Zapatero, su esposa, Sonsoles Espinosa, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, consolaron durante más de una hora a las víctimas y sus familiares. Algunas de éstas recibieron con emoción, su acercamiento. Otros le imprecaron. Rajoy y Esperanza Aguirre se quedaron muy poco, ya que se fueron para asistir a otro homenaje convocado, en el mismo parque y muy cerca, por la Asociación de Victimas del Terrorismo (AVT).

Junto a ellos y entre algunos centenares de ciudadanos, asistieron a la ceremonia representantes de instituciones (Manuel Marín y Javier Rojo, presidentes del Congreso y del Senado, respectivamente), del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y de las principales asociaciones de víctimas. También asistió Gregorio Peces-Barba, alto comisionado para las Víctimas.

El acto del Bosque del Recuerdo (antes Bosque de los Ausentes) pudo recomponer las distintas piezas del complicado puzle del 11-M, pero sólo mientras duró el minuto de silencio, la interpretación de El cant dels ocells, de Pau Casals, por la violonchelista Blanca Coínes y la ofrenda floral que hicieron dos niños del colegio de San Ildefonso. Antes y después, las trayectorias de los representantes del Gobierno y de la oposición y las de los responsables de las distintas asociaciones de víctimas, apenas se cruzaron.

Entretanto, en las estaciones ferroviarias sacudidas por los atentados, se vivieron momentos de emoción, por encima de las divergencias políticas. Se oyó música y también palabras de cercanía -sobre todo de miembros de la comunidad islámica-. Se vieron lágrimas, dolor contenido y esporádicos gritos de rabia, como los que alcanzaron Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo, al final del acto del Retiro, sobre por qué apoya al Gobierno y la única versión sólida del atentado.

En la Puerta del Sol

La mañana había empezado con el homenaje celebrado en la Puerta del Sol, donde la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, y la presidenta de la Asociación de Ayudas a las Victimas del 11-M, María Ángeles Domínguez, depositaron una corona de laurel debajo de la placa situada en la fachada de la Real Casa de Correos.

Los tres se trasladaron luego al acto Lecturas por la Paz, organizado por la asociación representada por Domínguez en el Circulo de Bellas Artes de Madrid. Allí acudió el líder de la oposición, Mariano Rajoy, quien leyó un fragmento de un discurso sobre la paz de Juan Pablo II y, al margen del acto, reclamó que las autoridades españolas sigan "trabajando para que al final todos sepamos quienes han sido los autores de este atentado", organizado, perpetrado e investigado mientras gobernaba el partido de Rajoy. Aguirre había hecho poco antes declaraciones en la misma linea. Mientras, en las estaciones de cercanías de El Pozo y Santa Eugenia se celebraban concentraciones silenciosas que reunieron, según la agencia Efe, a algunos centenares de ciudadanos. La asociación vecinal Madrid Sur, que convocó el acto de El Pozo, repartió allí 192 claveles, uno por cada victima mortal, incluyendo al geo fallecido en la explosión provocada el 3 de abril en Leganés por los terroristas que perpetraron el 11-M. A la estación de El Pozo acudió el vicepresidente de la asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Jesús Ramírez.

Tras el acto del Bosque del Recuerdo, se celebró en otro punto del Retiro el homenaje convocado por la AVT. Se reunieron allí unas 300 personas, que escucharon testimonios de víctimas. Los aplausos más rotundos se los llevó Gotzone Mora, concejal socialista en Getxo (Vizcaya), cuando dijo: "¿Qué está haciendo Zapatero, tendiendo la mano a ETA? Da igual como la llamen. No queremos ni contactos ni negociación, ni nada".

Pilar Manjón, junto a Rodríguez Zapatero, recibe el apoyo de otras víctimas durante el homenaje celebrado en el Bosque del Recuerdo.
Pilar Manjón, junto a Rodríguez Zapatero, recibe el apoyo de otras víctimas durante el homenaje celebrado en el Bosque del Recuerdo.RICARDO GUTIÉRREZ
A la izquierda, velas en recuerdo de los atentados en la estación de Atocha. A la derecha, Rajoy y Aguirre, en el acto organizado por la AVT.
A la izquierda, velas en recuerdo de los atentados en la estación de Atocha. A la derecha, Rajoy y Aguirre, en el acto organizado por la AVT.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Andrea Rizzi
Corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas que se publica los sábados. Anteriormente fue redactor jefe de Internacional y subdirector de Opinión del diario. Es licenciado en Derecho (La Sapienza, Roma) máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid) y en Derecho de la UE (IEE/ULB, Bruselas).

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