"Acabaremos como los de la colza"
A pesar de la actividad mediática, las decenas de personas que pasan a saludarla a diario y el papeleo judicial que inunda el local de su asociación, Pilar Manjón (Cáceres, 47 años) se sigue pareciendo bastante a la madre anónima que sobrecogió a España cuando echó en cara a un puñado de diputados que se pelearan en público sobre los cadáveres de 191 personas, entre ellas su hijo. El pasado miércoles la Audiencia Nacional le pidió que 114 de sus asociados demuestren que, efectivamente, son víctimas de terrorismo para poder presentarse como acusación particular. "Un día espantoso para esta asociación. Ahí fuera tengo a dos hermanos que enterraron a su hermano y a su padre y no figuran en la lista". Finalmente, lo más probable es que se presenten todos juntos como acusación popular.
"Ahora gobierna un partido político. Dentro de unos años gobernará otro. ¿Crees que una amputada dejará de necesitar la prótesis?"
"Las suposiciones nos podrían llevar a la locura. Si me dicen que uno dice que dijeron que uno pasaba por la puerta... Hay que ir a los hechos"
Pregunta. ¿Cuál será su posición en el juicio?
Respuesta. Nosotros intentamos ir al juicio como acusación popular, como asociación. Queremos salirnos de un juicio político. Queremos un juicio meramente penal. Hechos. Cómo ha entrado este en el sumario, qué se le imputa y qué dice el Código Penal. Sólo queremos eso, con todos y cada uno.
P. Hasta ahora, ¿cuánto les ha costado?
R. No hemos hecho un presupuesto. El único ingreso que hemos tenido para el tema penal viene de la ayuda del Ministerio del Interior, 22.000 euros para todo el año pasado. Hemos contratado a dos abogadas penalistas jóvenes y con ilusión para que se lean 60.000 folios de sumario.
P. ¿Sigue usted la investigación?
R. Gracias a que somos acusación particular tenemos el sumario. Me he leído la parte que me dejan mis abogados. Tienen mucho cuidado porque partes del sumario no debo leerlas.
P. ¿Qué opina de las supuestas novedades sobre la investigación?
R. Estamos cansados de repetir la misma frase: quien tenga datos de la autoría que los entregue al juez Del Olmo. Pero que los lleven pronto. Queremos que el juez Del Olmo cierre el sumario. Es lo único que nos interesa. Aquí hay una ley que prevé que a los dos años, si no se han dictado las medidas provisionales de prórroga de prisión preventiva pueden estar en la calle los asesinos. Y a los cuatro años si no hay sentencia firme podemos verlos en la calle. Estamos contrarreloj.
P. ¿Cómo sienta a las víctimas ver los detalles del atentado en la prensa?
R. Cuando al principio se empezó a publicar el sumario me sentí muy mal. Hubo una carrera por publicarlo y las víctimas no lo teníamos. Sigo la prensa, sigo viendo qué cuadra y qué no cuadra con qué partes del sumario. Aunque son más los penalistas los que lo están cuadrando. Porque para ir a un juicio tenemos claro que no nos vamos a basar en suposiciones, sino en hechos concretos. Las suposiciones nos podrían llevar a la locura. Esto no podría durar 10 meses, sino muchísimo más. Si me dicen que uno dice, que dijeron que uno pasaba por la puerta... hay que ir a los hechos probados en el sumario. Para eso la policía ha hecho una buena labor.
P. ¿Alguna vez ha dudado de que fueran en la buena dirección?
R. No. Nunca.
P. Claro, que usted ha leído el sumario.
R. Es cierto. Y para mi desgracia tengo bastante contacto con el grupo operativo islamista de la policía que se creó a raíz de los atentados. Eso me ha dado unas ciertas seguridades y no me he dejado impregnar por una espiral de dudas que no sé dónde nos quieren llevar. La información no me duele, la veo como ciudadano.
P. ¿Cómo se puede ver como ciudadano siendo víctima?
R. Toda la información se vive como ciudadano. Porque el 12 de marzo no lo vivimos. Estábamos buscando a nuestros muertos, curando a nuestros heridos. Yo es que aquello no lo viví, lo siento, estaba buscando a mi hijo. Tardé seis días en encontrarlo. Lo he seguido después. ¿Por qué me va a afectar más ahora que entonces?
P. ¿Qué diferencias hay entre las víctimas?
R. Hay una falsa imagen. La realidad es que al final, las víctimas, cuando nos miramos, nos reconocemos como seres sufrientes que estamos pasando todos por lo mismo. Eso no es fácil de trasladar a los medios de comunicación.
P. Se ha llegado a catalogar a las víctimas como de izquierdas o de derechas.
R. Las víctimas son tan plurales como lo es esta sociedad. ¿O es que está menos muerto Joseba Pagazaurtundua [del PSOE] que Miguel Ángel Blanco [del PP]? No hay víctimas de derechas ni de izquierdas. Hay víctimas del terrorismo. Seres inocentes que han dado su vida por la democracia en este país.
P. Entonces, ¿cómo se ha producido esa división?
R. En gran parte hay manipulación política de determinadas víctimas que no sé a qué intereses puede deberse. Me habéis visto saludar víctimas de las que no les voy a preguntar que religión profesan. Si algo tiene este atentado es la magnitud, la juventud para nuestra desgracia, y la pluralidad. Nadie les preguntó aquella mañana qué iban a votar el día 14, adónde iban a trabajar o si eran regulares o irregulares o qué contrato tenían o si eran del Real Madrid o del Rayo. ¿Cómo vas a ser capaz de utilizar el dolor partidariamente? Hoy he visto a una de nuestras asociadas, amputada. Ahora gobierna un partido político. En la alternancia normal, dentro de unos años gobernará otro. ¿Tú crees que mi amputada va a dejar de necesitar la prótesis? ¿Yo no tendré que estar peleándome con la administración porque ha crecido, ha engordado o porque ha salido otra prótesis más bonita? Eso no va a desaparecer nunca. Eso es permanente.
P. ¿Recibieron las distintas indemnizaciones?
R. Las indemnizaciones por víctima del terrorismo sí se recibieron. Yo recibí 10.100 euros [de la Comunidad de Madrid] por el asesinato de mi hijo. Del Ministerio creo que 36.000, pero no lo sé seguro. Es un dinero tan doloroso. Lo escondí y jamás he querido volver a saber nada. No hay presupuestos generales del Estado que paguen la preciosa vida y los sueños de mi hijo. Es triste. Es ridículo. Se lo cambio sin mirar a esos energúmenos que dicen "qué bien han quedado los de los trenes". Sin mirar. Yo era feliz el día 10, con mis dos hijos, pagando matrículas universitarias con mi salario de trabajadora pública.
P. ¿Y las ayudas económicas?
R. No han llegado porque hasta que no han cerrado tu expediente en Interior con la valoración de las minusvalías no se produce la indemnización a los afectados. Hemos conseguido que Interior fuera adelantando. Porque dos años después todos comemos.
P. ¿Hay gente pasando dificultades económicas por haber sido víctima?
R. Sí. Desde aquí estamos tramitando un montón de ayuda social. Tengo una trabajadora social, pagada por la asociación.
P. Es decir, ¿hay gente viviendo hoy de la beneficencia sólo porque le cogió el atentado?
R. Sí. A todos aquellos que no han podido volver a trabajar estamos tramitándoles ayudas económicas sociales. Tú imagínate que eres fontanero. Y que te han quedado como secuelas tres o cuatro hernias discales. Va a ser difícil que te contrate un jefe para que hagas soldaduras de pie. Lo normal es soldar debajo del lavabo, una calefacción...
P. Se dio tanta publicidad a las ayudas que parecía que estaba todo resuelto. ¿Qué les falta a las víctimas? ¿Se les puede hacer todavía más caso?
R. Un día dije que tenía la sensación de que se estaba transmitiendo a la sociedad española que nos habían puesto una alfombra roja. Hemos pisado alfombra de mucho dolor, mucha soledad y mucha angustia. Esa sí la paseamos todos los días. Hay gente que podrá pensar ¿de qué se quejan? Nosotros acabaremos siendo como la famosa frase de "¿y estos de la colza? ¿pero todavía siguen estos de la colza?". Tendremos que escuchar: "¿Todavía están estos de los trenes?". Porque seremos los de los trenes. Bueno, pues por eso hay que seguir aquí. Estaremos aquí como testigos vivientes del horror. Y yo quiero que cuando me miren a la cara, aunque me insulten y me amenacen, en mí sólo reconozcan al testigo viviente del horror.
P. ¿Insultos y amenazas?
R. Diarios, cotidianos, habituales. Llaman a uno de mis móviles, siempre desde tarjetas prepago o números privados. Llaman a casa o aquí.
P. ¿Qué dicen?
R. Es que no merece la pena... es tan repugnante lo que te llegan a decir. "Tu hijo está bien muerto", "roja de mierda". ¿Tú puedes entender que a Gorka Landaburu se le gritara en la manifestación del otro día "manco de mierda, te tenían que haber matado"? Pues ese es el estilo.
P. ¿Hasta cuándo va a seguir detrás de esa mesa y ese teléfono?
R. Hasta siempre, hasta siempre. Nos van a seguir haciendo falta las sillas de ruedas, las prótesis. Nuestra ilusión está puesta en la recuperación de nuestros heridos, nuestra alegría y nuestra ternura en nuestros niños, y eso da mucha fuerza. ¿Hasta cuándo? Tenemos todo el juicio por delante, muchas cosas que hacer en ayuda social y psicológica a las víctimas.
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