Dos testigos del 11-M vuelven a confirmar al juez que vieron a Zougam en dos trenes
Del Olmo realizó el pasado 8 de marzo una nueva rueda de reconocimiento en la Audiencia
Jamal Zougam, uno de los presuntos autores materiales del 11-M, fue reconocido de nuevo esta semana por dos testigos protegidos, que confirmaron que le vieron en dos de los trenes de la muerte portando una mochila o bolsa. Zougam -propietario del locutorio telefónico Jawal Mundo Telecom, en la calle del Tribulete del barrio de Lavapiés, de Madrid, de donde salieron algunas de las tarjetas de teléfonos móviles utilizadas en las bombas- ya fue reconocido a los pocos días de los atentados por tres personas en dos trenes distintos en estaciones consecutivas. Un testigo se sentó a su lado.
El juez Juan del Olmo hizo las correspondientes comprobaciones y pudo acreditar que las dos identificaciones realizadas en lugares distintos no son excluyentes, sino que son compatibles con actuaciones sucesivas, ya que el presunto terrorista pudo abandonar una de las bolsas en uno de los trenes, bajar en la estación, montarse en el siguiente convoy y deshacerse de una segunda bolsa o mochila antes de desaparecer. Dos testigos protegidos, a los que, de acuerdo con la ley de 1994 se ha cambiado de identidad y lugar de residencia, le han vuelto a identificar esta semana sin ningún género de duda.
Zougam tenía en su poder cuando fue detenido un teléfono y una tarjeta igual a la que llevaba como iniciador la bomba que fue desactivada. Está imputado por pertenencia a organización terrorista y como autor material de 191 asesinatos consumados y 1.400 tentativas de asesinato, cuatro delitos de estragos terroristas y sustracción de vehículo. Él alega desde su detención que estaba durmiendo en el momento de los atentados y rechaza cualquier vinculación con Al Qaeda. Fuentes de la Audiencia Nacional aseguran que también Basel Ghalyoun ha sido identificado positivamente de nuevo en otra rueda de reconocimiento.
La pista que llevo a Zougam fue la tarjeta telefónica hallada en la única bomba desactivada, sobre la que, además, la policía le acaba de entregar otro informe al juez en el que certifica su recorrido desde la estación de El Pozo hasta la comisaría de Puente de Vallecas, sin que fuera perdida de vista por el agente encargado de su custodia.
Diez tarjetas de móviles
La citada tarjeta supuestamente fue vendida por Zougam al comando. Siete de ellas fueron activadas en la casucha de Chinchón que fue guarida de los terroristas, el día antes de los atentados sin hacer llamadas. Además, otra tarjeta del mismo lote la utilizaba el propio Zougam, una más fue usada por los terroristas desde el día antes de los atentados y una tercera fue empleada por tres de los suicidas de Leganés (los hermanos Mohamed y Rachid Oulad Akcha y Serhane Fakhet, el Tunecino), antes de volarse por los aires y asesinar a un policía y provocar una veintena de heridos.
Zougam ya estuvo a punto de ser detenido en dos ocasiones, una de ellas en relación con la célula islamista de Abu Dahdah, a la que la investigación relacionó con quienes prepararon y ejecutaron el 11-S. También fue investigado en relación con los atentados de Casablanca. De hecho, en su ordenador los agentes hallaron fotos de cuatro buscados por esa matanza, perpetrada el 16 de mayo de 2003.
En total fueron tres testigos los que reconocieron a Jamal Zougam en los trenes. Una de estas personas aseguró que lo vio dentro de uno de los vagones portando una mochila de color negro. Una segunda le reconoció "como la persona que le empujaba desde el lado izquierdo y que estaba sentada junto a él intentando introducir una bolsa de deportes debajo de un asiento en el vagón del tren de cercanías el día 11 a las 7.05 horas". Un tercer testigo se limitó a decir que viajaba en el interior del vagón "con una mochila de deportes". Además, hay un cuarto testigo que lo sitúa en la casucha de Chinchón, "como la persona que se encontraba en el tejado de la casa colocando ladrillos"
La rueda de reconocimiento se ha repetido una vez que Zougam, al comparecer ante el juez para que éste decidiera si prorrogaba su prisión, insistió en que se habían cometido irregularidades en la prueba. De hecho dijo que le habían puesto con personas rubias, incluido un escandinavo, y que su foto había salido ya en la prensa.La rueda de reconocimiento ha sido positiva y, por segunda vez, los testigos protegidos lo han señalado sin ningún género de dudas.
En cuanto a Basel Ghalyoun, fue reconocido en los trenes por dos jóvenes que aseguraron que se fijaron en él porque "era muy guapo". Su rastro genético fue recogido en un gorro de lana localizado en Leganés y, además, Rabei Osman El Sayed Ahmed, El Egipcio, dijo en sus conversaciones telefónicas interceptadas por la justicia italiana, que Basel Ghayoun estaba implicado directamente en los atentados.
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