Las grandes empresas vascas confían en la apuesta de Zapatero

El Círculo de Empresarios Vascos, club que agrupa a las grandes empresas de Euskadi, dio ayer un "voto de confianza" a la política antiterrorista del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Su presidente, Alejandro Echevarría, dijo que mantendrán su apoyo para que "el proceso de paz llegue a buen puerto". Aunque no quiso polemizar con el presidente de la CEOE, José María Cuevas, le contradijo: "Todos los empresarios queremos la anhelada paz".

Al día siguiente de las polémicas declaraciones del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en las que Cuevas propuso marginar y dejar sin cobertura a los empresarios vascos "que buscan la paz", el Círculo de Empresarios Vascos mantuvo su apoyo al Ejecutivo. "Vamos a seguir apoyando las iniciativas del Gobierno español para lograr la paz en Euskadi", dijo el máximo responsable del club de empresarios. "Lo que pedimos es que se haga conforme al marco jurídico-constitucional, al Estado de Derecho y con el debido respeto a la memoria de las víctimas".

Fuentes de esta asociación, que agrupa a los presidentes y ejecutivos de medio centenar de las principales empresas vascas, como Tubacex, el BBVA, Tubos Reunidos y Vocento, mostraron su desconcierto por unas declaraciones de Cuevas que sólo alcanzaban a comprender en una clave política inusual, que consideraron fuera de lugar. Aunque el Círculo no pertenece a la CEOE, algunos de sus representantes subrayaron que Cuevas no ha captado los deseos de los empresarios vascos.

Echevarría, presidente de Tele 5 y consejero adjunto a la presidencia de Vocento, dijo en Bilbao que el Gobierno del PSOE "quiere terminar con la violencia de ETA, convencido de que el actual momento puede ser el adecuado para conseguir el fin de la violencia". El presidente del Círculo aprovechó para preguntarse cómo es posible que los empresarios no busquen la paz cuando "es un anacronismo que en pleno siglo XXI siga habiendo una organización que pida el impuesto revolucionario". Echevarría calificó de "mafiosas" las prácticas de la banda terrorista, que además de a los empresarios extorsiona también a sus familias. En la última oleada de cartas a empresarios y profesionales, la banda adjunta fotografías recientes de familiares de los extorsionados, incluidos sus hijos, y detalles sobre sus vehículos o los trayectos que realizan.

Preguntado por si disponía de información certera sobre la existencia de un proceso de paz, Echevarría dijo que no, pero a renglón seguido aseguró: "Todos tenemos indicios que sí avalan que está en marcha".

La patronal vasca Confebask también avaló el jueves pasado la política antiterrorista del Gobierno socialista frente a la tesis de Cuevas de que la búsqueda de la paz "es un disparate". Esas palabras dek presidente de la CEOE, que el jueves provocaron muchas críticas, continuaron provocando ayer la animadversión de organizaciones políticas y sindicales.

El consejero vasco de Justicia y Empleo, Joseba Azkarraga, cree que las palabras de Cuevas son "insultantes e irresponsables", y se preguntó si en el fondo no desvelan que al mandatario de la patronal española le interesa más la "situación de presión y de confrontación" que existe en Euskadi que la paz.

Para el Partido Socialista de Euskadi, PSE-EE, esas palabras tienen más que ver con la "derecha más radical que con alguien que tiene que representar a todos los empresarios".

Pero no fueron las únicas críticas, ya que desde el mundo sindical el secretario general de ELA, José Elorrieta, las calificó de "patéticas". El sindicato mayoritario de Euskadi, ELA, expresó su extrañeza ante el hecho de que Confebask siga en la CEOE. De momento, la patronal vasca, al contrario que la catalana, no ha pedido públicamente a Cuevas que rectifique públicamente.

La patronal alavesa SEA criticó el jueves a Confebask por no consensuar con ella el comunicado crítico con Cuevas, pero evitó pronunciarse sobre sus palabras.