MIRADOR
La caverna de Cuevas
José María Cuevas ha vuelto a salirse del tiesto, o, en su caso, de la caverna, de una forma irresponsable. Justo cuando ETA está lanzada en una nueva campaña de extorsión, ha afirmado que "el disparate en el que estamos metidos en la búsqueda de la paz" en el País Vasco, "desmoraliza al empresario". Ha pecado, como le ha recriminado la patronal vasca Confebask, de profunda insolidaridad y "nula sensibilidad". Por si fuera poco, calificó de "OPA a la catalana", el intento de Gas Natural sobre Endesa, lo que le ha valido también la recriminación de algunos empresarios catalanes. Los patrones españoles no necesitan representantes así. Con 23 años en el cargo, y tras su reelección al frente de la CEOE sin oposición, Cuevas se ha convertido en una rémora de otra época. Realmente, ¿a quién representa?
Cuerpo blanco
Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso del fluido desalojado. El Principio de Arquímedes debe ser aplicado para resolver la crisis deportiva, que no económica, del Real Madrid, el club más galardonado del mundo y por eso también el que más está sujeto al implacable escrutinio del gran público. Highbury fue el final de un ciclo. También el estadio Communale de Turín lo fue hace 15 años. ¿Por qué tanto drama? Las personas como las cosas tienen fecha de caducidad. El cuerpo blanco reflotará una vez que sus rectores eliminen las adherencias. Pero, por favor, entren a saco, sin nostalgias y conscientes de que son el club más rico del mundo. No vendan a saldo. Compren con cabeza, algo que ha faltado en los últimos tres años de florentinato. El actual presidente, Fernado Martín, debe entender que no tiene sentido la interinidad y ha llegado el momento de convocar elecciones.
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