Un vecino de Vicálvaro muere tras recibir un disparo en la frente

Un residente de Vicálvaro, Jorge Hernán Soto Acosta, de 45 años, murió ayer por la tarde en el hospital Gregorio Marañón tras recibir un balazo del calibre 6,35 milímetros en la frente en su domicilio. Vecinos de la víctima vieron salir a un hombre de gran estatura corriendo y huir en el turismo de la víctima, un Peugeot 206 azul oscuro, tras disparar a Soto. Un inmigrante de nacionalidad dominicana que estaba en el piso dio la voz de alarma. Esta muerte eleva a 17 las registradas en la región en lo que va de año.

Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la tarde en el piso tercero D del número 6 de la calle de Lago Balatón, cerca de la calle de San Cipriano, en Vicálvaro. Unos minutos antes entró la víctima acompañada de dos hombres. "De repente se ha oído un estruendo muy grande. Parecía como si el mueble del salón se me viniera encima", comentó Concepción, la vecina de la vivienda contigua a la de la víctima. Al oír el ruido, salió al descansillo a ver qué pasaba. En ese momento, un hombre de tez morena, alto y corpulento, salía de la vivienda de Soto. "Casi me tira al suelo de lo rápido que iba", añade Concepción.

Instantes después salió de la vivienda el dominicano. Pidió a la mujer que llamara a una ambulancia y a la policía. Soto estaba inconsciente y tirado de costado en la entrada del salón. Cuando llegaron los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil hallaron a la víctima con una herida por arma de fuego en la frente con orificio de entrada y sin salida, según un portavoz de Emergencias Madrid. El disparo le había producido pérdida de masa encefálica. Tras ser estabilizado fue trasladado al servicio de urgencias del hospital Gregorio Marañón, donde pereció al poco de ingresar.

Huida con derrape

El homicida salió huyendo y cogió el Peugeot 206 propiedad del fallecido. "Salió corriendo a toda velocidad marcha atrás. Derrapó y golpeó el coche de mi hija [un Citroën Xsara gris], que estaba aparcado en la calle contigua", explicó Eloísa García. "Cuando me asomé a la ventana, pensé que, como cruzara un chaval a esa hora, lo mataba", añadió García.

Una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid informó anoche de que el fallecido estaba de forma legal en España y que carecía de antecedentes policiales. Los agentes del Grupo VI de Homicidios y de la Policía Científica hallaron un casquillo del calibre 6,35 milímetros junto a la víctima. Fue enviado al laboratorio de balística para ser estudiado. Los agentes trasladaron al dominicano esposado a la comisaría para interrogarle y que explicara lo sucedido.

Los residentes de la zona señalaron que la víctima llevaba viviendo dos años de alquiler en el inmueble. Primero habían venido él y su esposa, a finales del pasado verano. La pareja tiene tres hijos en Colombia. Según los vecinos, el fallecido trabajaba en una empresa de seguridad: "Se le veía salir de uniforme. Son gente muy maja, que te saluda a la entrada y la salida, pero que no se relaciona con el vecindario", señaló un residente. "Ella se marchó a Colombia en Nochebuena para ver a la familia", comentó otra vecina.

La policía mantiene abiertas todas las líneas de investigación, pero las primeras pesquisas apuntan a que se debe a un ajuste de cuentas por asuntos de narcotráfico, según fuentes del caso.