Un Dickens para mayores, hecho por niños

Con el marchamo de ser el primer largometraje realizado por niños, mañana miércoles se presenta en las pantallas comerciales la película El guardavías, obra de un grupo de alumnos de la escuela de cine Orson the Kid, creada hace cinco años por el productor Jorge Viroga. La escuela, que desarrolla tanto actividades durante el curso como campamentos y cursos intensivos de verano, ha creado un festival internacional de cine hecho por niños que se celebra en la capital y que el pasado noviembre llegó a su cuarta edición.

Hasta ahora, todas las películas que habían salido de la escuela eran cortometrajes; sin embargo, desde la puesta en marcha del centro, la idea de realizar un largo estaba entre sus objetivos.

Los adultos destacan la ilusión contagiosa que vuelcan los chicos en el proyecto

Unos 40 chicos y chicas de 10 a 16 años han participado en la película, que ha contado también con cuatro actores profesionales para representar los papeles de los personajes adultos que intervienen en la cinta. Dos actores, Gerardo Giacinti y Chema de Miguel, y dos actrices, Ángeles Páez y Azucena de la Fuente, que debieron someterse al criterio del equipo de chicos encargado de realizar el casting. Los tres papeles de menores han sido interpretados por alumnos.

Todas las tareas se han realizado en equipo. Cada uno de los 40 menores participantes optó por adscribirse a un departamento de entre los 12 que existen en la escuela y que se corresponden con otras tantas disciplinas artísticas y técnicas.

A pesar de la rareza de trabajar con un equipo integrado por chicos, los cuatro artistas aseguran que "se pusieron a las órdenes de ellos sin problemas". En opinión de Chema de Miguel, el equipo de dirección era "excesivamente respetuoso" a la hora de dar indicaciones interpretativas a los adultos.

El argumento gira en torno a una historia de misterio y, en cierto modo, de fenómenos paranormales, inspirada en el cuento The signalman, de Charles Dickens.

Todos los cortos realizados en la escuela partían de guiones originales escritos por los chicos. "Nos llamaron la atención", dice Viroga, "los temas que abordaban. Esperábamos historias de tono naif y ellos optaban por la contundencia".

Para abordar el largometraje, Viroga decidió que debían adaptar una obra literaria. Ofreció al equipo de guionistas el cuento de Dickens y de ahí salió el guión de 80 folios.

Entre 10 y 12 horas diarias de trabajo durante cinco semanas les ocupó la grabación de la película. Fueron días de convivencia intensa entre las 65 personas, chicos y adultos, implicadas en el rodaje. Precisamente, para Andrea, una de las directoras de la cinta, ésa ha sido la mayor aportación de la experiencia: "Nos ha enseñado a convivir", dice. Los adultos destacan la ilusión contagiosa que vuelcan los chicos en el proyecto.

La cinta ha tenido un coste de producción de 440.000 euros, de los cuales la mitad ha corrido por cuenta de la propia escuela. En el resto han participado, además del propio Viroga, las fundaciones Lumière y Autor.

La película se exhibió por primera vez en el festival de cine de San Sebastián del pasado año y estará presente en el próximo certamen de Tribeca, en Nueva York.La calificación oficial la recomienda para mayores de 13 años.