Garzón: "No a cualquier precio"

Baltasar Garzón, juez en excedencia de la Audiencia Nacional, defendió ayer que "no hay una guerra, no hay que defender ninguna paz" en la presentación de su libro La lucha contra el terrorismo y sus límites, publicado por la editorial Adhara y presentado anoche en el Club Siglo XXI. Le acompañaron en la presentación la eurodiputada socialista Rosa Díez, el periodista Luis del Olmo y el presidente del PP, Mariano Rajoy.

Garzón criticó el actual protagonismo de ETA y su entorno y lo comparó con la situación "envidiable" que, a su juicio, había en España en la lucha contra el terrorismo "hace tan sólo tres años". "No podemos dejar que el discurso político sobre ETA lo marque la organización terrorista o su entorno, que es lo que está sucediendo". Garzón censuró que después del comunicado de ETA del sábado "todos opinen sobre él, ETA responda poniendo otra bomba". El error de esta actuación, a su juicio, consiste en no entender que "ETA es una organización criminal", aunque "evidentemente tiene objetivos políticos".

Garzón se quejó y tildó de "insoportable" que se haya "celebrado" una manifestación contra un juicio de la Audiencia Nacional. Esa manifestación convocada por Batasuna es, a su juicio, "una coacción a la justicia". Mantuvo que uno de los pasos atrás dados en estos últimos tres años es que ahora se discute "si todos los brazos de ETA son o no son ETA". "Ellos lo saben y lo demostraron cuando se actuó conjunta y globalmente contra el entramado".

El juez declaró que él también desea "que el terrorismo de ETA desaparezca. ¡Quién no va a quererlo! Pero no a cualquier precio". Uno de esos precios, a su juicio, es la "manipulación del lenguaje" para adaptarlo al que gusta a los terroristas.

ETA, aseguró Garzón, "es una organización delictiva que lo tiene absolutamente fácil para dejar de serlo: sencillamente tiene que renunciar a la violencia y someterse al Estado de derecho".

El magistrado mantuvo que "tampoco es correcto hablar de vencedores y vencidos". No lo es "porque no hay en una guerra". Y apostilló: "Yo no soy vencedor de a quien decreto la prisión. Sólo cumplo con mi obligación".

Garzón concluyó su intervención pidiendo a los líderes de los partidos mayoritarios que "se pongan de acuerdo de una vez" y les reclamó que tengan muy en cuenta la voz de las víctimas. "Cuando oigo que las víctimas no deben tener peso político se me abren las carnes", exclamó. El magistrado recordó el peso político de las madres y abuelas de la Plaza de Mayo de Buenos Aires en la revisión de los crímenes cometidos por la dictadura argentina.

El acto arrancó con una intervención de Rosa Díez. La eurodiputada se dolió de que la sociedad española "tardara tanto tiempo en ver que al terrorismo se le puede vencer. Se le debe y se le puede vencer". Esa convicción, a su juicio, se terminó alcanzando gracias al Pacto Antiterrorista, pero ahora, según ella, "está todo en el aire, está otra vez todo cuestionado, todo roto". Díez se quejó de que ETA y su entorno "han vuelto a la calle, vuelan las empresas. No hay muertos pero sí hay perseguidos y amenazados". Tras Rosa Díez, el periodista Luis del Olmo rompió una lanza a favor del diálogo con ETA. "Yo estoy a favor de hablar con el mismo Satanás, pero no a cambio de cualquier cosa", exclamó.

Por último, Mariano Rajoy elogió la colaboración de Garzón en la lucha contra ETA durante los Gobiernos del PP y dijo que está de acuerdo con el juez en no fiarse "nada de ETA"; que comparte con él la convicción de que la banda "buscará la opción que mejor le sirva para recuperar el espacio perdido", y que también coincide en que ETA podría incluso "declarar una tregua" pero sólo para reforzar su posición y volver, más fuerte, a las andadas.

El líder del PP aseguró que nada le gustaría más que llegar a un acuerdo con el Gobierno en la lucha contra el terrorismo. Pero puso varias condiciones. La primera es que el Gobierno hable poco, actúe mucho contra ETA y "no genere expectativas". La segunda, que "pacte y comparta" con el PP su información y sus decisiones. La tercera, que se niegue a "negociar políticamente" con los terroristas "porque eso no es ni entendible, ni moral ni eficaz". Según Rajoy, "el terrorista sólo debe tener el horizonte de la derrota". Lo contrario, equivale a dejarle creer que "el terrorismo puede ser un instrumento para hacer política" y eso es inadmisible. Por último, antes de pactar con el Gobierno, Rajoy le reclamó que "honre y apoye a las víctimas".