Europa nos escucha
Los vecinos de Madrid afectados por las obras M-30 estamos de suerte, nos sentimos escuchados en Europa. Últimamente hemos sido objeto de descalificaciones por parte de Alberto Ruiz Gallardón quien, sin revisar datos falsos publicados en sus notas de prensa sobre niveles permitidos de emisión de contaminantes, critica a ciudadanos madrileños, denominándolos "reaccionarios, viejos prematuros o pusilánimes". Lo insultante es su intención de demostrar que las obras M-30 no requieren estudio medioambiental por ser denominada "calle". Mientras tanto, la Unión Europea analiza detalladamente las denuncias registradas contra su ayuntamiento por incumplimiento de la legislación medioambiental. El Ayuntamiento tendrá que justificar ante las autoridades europeas y, sobre todo, ante sus ciudadanos, por qué no quiso hacer los estudios de impacto medioambiental que indica la normativa europea, como ya se le ha recordado desde Europa; por qué sometió a tremendo asedio a la población de Arganzuela-Legazpi; por qué quiso construir un bypass-sur (y probablemente el norte también) para aumentar el flujo de entrada de vehículos a la ciudad, contra las políticas medioambientales actuales; por qué no quiere recibir a los vecinos, cuando el Parlamento Europeo (de evidente mayor envergadura) no ha dudado en hacerlo, por qué nos niegan la información medioambiental que les solicitamos hace 8 meses (a la que tenemos derecho según la legislación vigente).
