_
_
_
_

Vigilar a más de 100.000 palomas es difícil

Madrid no tiene un censo de palomas "porque es imposible", pero hace poco más de un año el Ayuntamiento contó las del distrito de Chamberí: 8.000. El Instituto de Salud Pública advierte de que no sería exacto multiplicar ese número por los 21 distritos de la ciudad, pero calcula que la cifra total rondará las 100.000 palomas. Sobre ellas ha dado orden el Gobierno municipal de "incrementar la vigilancia" en previsión de un posible contagio del virus R5H1, responsable de la llamada gripe aviar. Las palomas pueden contraer ese virus -aunque aún no se han detectado casos en ninguna ciudad del mundo- pero "no lo transmiten", según responsables municipales.

Vigilar a un ejército de ese tamaño será difícil. "Desde hace meses, los inspectores de Salud Pública toman muestras de palomas cada 10 días, para analizar sangre, heces y faringe. Las palomas son capturadas y después soltadas de nuevo en los parques. Ahora esas capturas se van a incrementar", explica una portavoz de la Concejalía de Seguridad y Servicios a la Comunidad, que dirige Pedro Calvo.

Pero no sólo hay que vigilar a las vivas, sino estar al tanto de las muertas, lo que parece misión aún más imposible. "Está claro que no podemos dar la alarma cada vez que aparezca una paloma muerta. Pero los policías municipales y los funcionarios de parques y jardines tienen orden de avisar a los inspectores si de repente aparecen muchos ejemplares en un mismo lugar, o si las muertes se producen en circunstancias que consideren sospechosas", señala.

La Comunidad prohibió el pasado día 21 la cría de aves al aire libre, a pesar de que el Ministerio de Sanidad no ha dictado aún ninguna recomendación de ese tipo. El Gobierno de Esperanza Aguirre comunicó la orden a los 179 ayuntamientos de la región y les pidió que colaboraran. "Les hemos dicho que nos avisen de la presencia de gallinas o aves de cría por las calles, y también que informen si detectan un aumento de mortalidad de las palomas", explica un portavoz de la Consejería de Economía. Pero la decisión de confinar en una nave a patos, ocas y cisnes "es del Ayuntamiento de Madrid". "La orden regional sólo afecta a las aves de cría. Y los patos son aves ornamentales, no de cría", precisa este portavoz.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_