El claustro somete la gestión del rector Tomás a un examen crítico

El rector y único candidato a las elecciones de la Universitat de València del 1 de marzo, Francisco Tomás, presentó ayer ante el claustro las líneas maestras de su próximo mandato. El acto, sin embargo, se convirtió desde el principio en un examen a su gestión. El Personal de Administración y Servicios y los estudiantes, por momentos muy críticos, monopolizaron el debate. Los profesores tuvieron un peso menor.

La Ley Orgánica de Universidades (LOU), aprobada en 2001 por el Partido Popular, despojó a los claustros de su misión principal: la elección del rector. Ésta quedó en manos de toda la comunidad universitaria, a través de un sistema de sufragio universal ponderado. La Universitat de València decidió entonces hacer del claustro el máximo órgano "de representación y debate" de la institución. Y a eso fue a lo que se dedicaron ayer los claustrales elegidos en representación del Personal de Administración y Servicios (PAS) y de los estudiantes. Los profesores, salvo excepciones, estuvieron desaparecidos.

El debate debía girar en torno al programa y al equipo de gobierno con los que Tomás encara su próximo mandato. El rector destacó la importancia que se otorga en ellos a los estudios (tres vicerrectorados tendrán competencias en la materia); a la calidad; al proceso de convergencia europea y a la proyección social de la universidad.

La mayoría de las intervenciones, sin embargo, se refirieron a su gestión en los últimos cuatro años. La monopolización que los estudiantes y el PAS hicieron del debate quedó clara desde el principio: Los primeros cuatro turnos de palabra correspondieron a alumnos de la Coordinadora d'Estudiantes dels Països Catalans, que criticaron consecutivamente al rector. Los representantes del PAS, sobre todo los cercanos a los sindicatos STEPV y CGT, censuraron también a Tomás por no haber solucionado la inestabilidad laboral que, según sus datos, afectan a más de 400 personas, un 25% de la plantilla; por no haber frenado su "pérdida de poder adquisitivo" y por la "creciente" contratación externa de los servicios.

En el bando opuesto se alinearon los claustrales de Campus Jove, la asociación de estudiantes más votada, que alabaron la gestión de Tomás y pidieron el voto para su candidatura. El representante del Bloc d'Estudiantes Agermanats (BEA), la segunda más votada, se mostró conciliador, pero pidió una mayor atención a la docencia en valenciano. Los PAS próximos a CC OO se mostraron moderadamente satisfechos con la gestión.

La aportación de los profesores -cuyo voto en las elecciones a rector representa el 51% del total- fue escasa. Un hecho subrayado por dos de ellos, Àngel Ortí y José Adolfo Azcárraga. El decano de Geografía e Historia pidió el voto para Tomás y advirtió de que si la participación es baja el rectorado perderá fuerza a la hora de negociar con la Generalitat. Lo mismo hizo Magdalena López. La profesora Maria Conca, en cambio, anunció que votará en blanco y acusó al rector de haber enterrado la tradición "progresista, moderna y en valenciano" instaurada en los 80 por el grupo dominante, al que se llamó el Bloc.