Miedos mudos en las aulas

Tres simples palabras, bullying, mobbing y acoso, describen todo un mundo adolescente en el que se vive con miedo a ser uno mismo. ¿Es simplemente un juego de niños?

Nos anestesian ante el sufrimiento humano con programas en los que el mayor problema es conseguir superar una prueba semanal. Frías estadísticas sacuden nuestros televisores día a día, pero, aun así, mucha gente seguimos preocupados ante el dato de que el 48% de escolares españoles sufren acoso por parte de sus compañeros. Nombres como el de Yokin siguen presentes en la mente de miles de personas, entre ellas estudiantes que nos preguntamos por la culpabilidad de ese suicidio.

El joven guipuzcoano de 14 años fue el caso con el que salió a relucir una realidad que parecía inexistente pero que siempre ha estado ahí. Posteriores son los casos de Sandra, de 17 años, que soportaba agresiones por parte de sus "mejores amigas" debidas a que sufría trastornos alimenticios. Lucas, de 11 años, que recibió durante más de un año acoso psicológico y físico por parte de compañeros por ser obeso. Como ellos, una larga lista: Mónica, Pau, Erika, etcétera.

Si este problema fuera un juego de niños, no se habría cobrado una vida, ni cada vez más adolescentes sentirían pánico en sus aulas, donde gritan en silencio por su dignidad. La solución no es una utopía, se encuentra en todos nosotros: alumnos, profesores, padres, políticos, en fin, en la sociedad de la que tanto alardean algunos y tantos errores tiene.