Ambiente caldeado

Los mercados de valores europeos continúan ganando altura a pesar de que las perspectivas económicas no apuntan en el mismo sentido. Según algunos observadores, parece intuirse un reajuste empresarial de altos vuelos, mucho más allá de lo que muchos políticos pudieran soñar o admitir.

El Ibex 35 se anotó una subida del 1,10% por la continuidad del tirón de los valores eléctricos, a los que ayer se unieron los bancos. La concentración de la atención y de la actividad en torno a los grandes valores está alcanzado niveles muy altos, hasta el punto de que el Ibex Medium sólo ganaba el 0,07% y el Ibex Small Caps bajó el 0,10%.

La contratación también se concentró en torno a esos grandes valores de los que los inversores esperan grandes cosas a medio plazo. En el Mercado Continuo se negociaron 4,261,11 millones de euros, de los que 3.867,10 millones se cruzaron mediante operaciones abiertas y, de éstas, el 71% se concentró en sólo seis valores.

Endesa ha marcado la pauta al conjunto del mercado español, aunque en realidad la mayoría de los mercados de valores de la eurozona se apuntó ayer a las ganancias. La eléctrica española superó con soltura el precio ofrecido por la compañía alemana E.ON, con lo que se dejaba abierta la puerta de par en par a otras posibilidades, sobre todo después de que la italiana Enel ofreciera su apoyo a Gas Natural en el caso de que decidiera mejorar la oferta de E.ON.

Los valores bancarios tardaron en reaccionar, pero al final se sumaron a la tendencia alcista y con un buen volumen de negocio. Para muchos inversores, parece obvio que los valores que han dado los primeros pasos en el proceso de concentración transnacional no se van a quedar parados en un momento en el que se pueden tomar grandes decisiones.

El ambiente en los mercados de la eurozona era de optimismo generalizado, lo que llevó a la Bolsa de París a ganar el 1,00% y el 1,05% a la de Francfort. La Bolsa de Londres, sin embargo, sólo subió el 0,25%.

La subida del 0,7% en el IPC de enero en Estados Unidos no pasó factura a la Bolsa, al decidir los inversores acusar recibo de la inflación subyacente, que sólo subió el 0,2%.