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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El precio de la paz

En primer lugar, el asesinato de civiles inocentes por parte de ETA no tiene justificación de ningún tipo; ni antes, ni ahora, ni nunca, en nombre de ningún pueblo ni de ninguna aspiración de cualquier tipo.

Las víctimas (asociadas o no) merecen todo el apoyo, emocional, moral, económico, etcétera, por parte del Estado. Han sufrido en carne propia la injusticia más brutal y eso les da derechos. Existen también las "victimas potenciales": los que han (hemos) tenido la suerte de no haber sufrido un atentado de ETA en carne propia. Tenemos el derecho a exigir que se haga lo posible para que no se nos mate, ¿no?

Otra cuestión distinta es cómo conseguir la paz. El dolor, la moral, los valores, las creencias... inspiran y fundamentan estrategias políticas, pero no son estrategias en sí mismas. Si hay que conseguir la paz hay que pensar en un "cómo". Y ahí hay que considerar las aspiraciones de todos. Los asesinos no son sólo asesinos, sino que tienen aspiraciones políticas. Esto nos les convierte en "buenos" ni justifica ninguna de sus acciones violentas. Pero ignorar el problema en todos sus aspectos difícilmente conduce a una solución. No digo que esto sea fácil y que no nos dé náuseas. Sólo digo que una estrategia inteligente y eficaz tiene que tener en cuenta todas las piezas.

Asusta leer y oír en los medios a los defensores de la paz abogando por una "paz sin precio político". O sea, sus prioridadades son: 1) política y 2) paz. La paz no es barata. Lo saben los rusos y los terroristas chechenos, lo saben los israelíes y los palestinos, lo saben los policías y los que capturan rehenes, lo saben las guerrillas y los Estados. Y todos hablan y negocian. Sí, se habla con los que matan, con presidentes de países donde existe la pena de muerte, con regímenes que mantienen a su población en la pobreza... No hay otro remedio. Y si la paz llega pasará como en todas partes: que se harán concesiones, se hablará de los presos, se tendrá que pensar cómo recolocar a los terroristas.

La polémica sobre vencedores-vencidos me parece mezquina. ¿Después de haber perdido a un ser amado hay algo o alguna situación que le pueda hacer a uno sentirse como "vencedor"? ¿En algún momento de la historia podrán considerarse vencedores los etarras y los que los apoyan? Los españoles hemos perdido de nuevo, todos. Perdimos todos en la Guerra Civil, perdemos todos con lo de ETA. Cada vez que nos matamos, perdemos.

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