Una librería de escaparate

Es una librería de escaparate. Cada 15 días, Begoña Knörr renueva la selección de libros que exhibe en la fachada de Jakintza (calle José Landazuri, 7, de Vitoria), siempre con una intención temática que incluye un apartado de novedades. Esta semana está dedicada al libro de montaña y, a finales de mes, el tema será la educación en materia de género, ante la cercanía del 8 de marzo, Día de la Mujer. El escaparate de Jakintza se convierte en un aliciente inesperado que invita a franquear su puerta. Y dentro, hay mucho fondo.

Es la última librería que permanece abierta en el centro de Vitoria. Si se entiende librería como un lugar donde se pueden comprar libros con la complicidad de quien está al frente del negocio. En este caso, Begoña Knörr, que cuenta con la colaboración de Maite Arriola. Hasta allí acuden clientes fieles que, durante los 17 años que lleva abierta Jakintza, han constatado que existe un criterio en la selección de los títulos.

"Me cuesta mucho más elegir los libros que venderlos", confirma la responsable de la librería, una mujer que nació en una familia lectora, que ha estudiado una carrera de ciencias, y que transmite su pasión por la literatura. En principio, su apuesta no colisiona con las grandes cadenas que se han establecido en la ciudad, aunque a Knörr le sigue indignando esa invasión: "unos señores que no necesitan más dinero, ¿por qué tienen que abrir nuevas sedes y obligar al cierre a las librerías del entorno? No lo puedo entender".

Quizás por esta resistencia a las presiones editoriales, Jakintza cuenta con una clientela cómplice. "Muchos compradores han visto en una gran cadena un libro interesante y, en lugar de comprarlo allí, lo encargan en Jakintza. Es una reacción que me sigue sorprendiendo, como la fidelidad de los clientes", concluye Knörr.