Girona reivindica al arquitecto Rafael Masó con actos y exposiciones

Girona, una ciudad que acostumbra a devorar y ningunear a sus artistas ilustres, ha decidido esta vez echar la casa por la ventana para conmemorar los 100 años de la obtención del título de arquitecto de Rafael Masó (Girona, 1880-1935). Una decena de exposiciones, la publicación de libros y catálogos, y la organización de actividades diversas todavía en fase preparatoria auguran una pronta revalorización de la obra de este novecentista gerundense.

Los impulsores de la iniciativa -entre los que se encuentran instituciones locales y autonómicas, familiares del artista y la demarcación de Girona del Colegio de Arquitectos (COAC), entre otros colectivos- consideran que Rafael Masó no ha gozado hasta ahora de la proyección que merece. Josep Riera, presidente del gremio de arquitectos de Girona, advierte que Rafael Masó es un creador equiparable a Domènech i Montaner, Josep Maria Jujol y Josep Puig i Cadafalch, aunque la circunstancia de que su producción se concentre en municipios gerundenses ha jugado en contra de su reconocimiento artístico en Cataluña.

Rafael Masó fue compañero de promoción de Josep Maria Pericas y Josep Maria Jujol. Siguiendo los pasos del novecentismo, recuperó la tradición artesana de la cerámica, la madera, el vitral y la forja. Entre sus obras más importantes se encuentran la Farinera Teixidor -actual sede del diario El Punt-, las casas Batlle, Ensesa y Teixidor, todas ellas en Girona, la Casa Masramón de Olot y el conjunto de ciudad-jardín de S'Agaró.

Figura poliédrica

Su dedicación a la literatura se expresa a través de prosas poéticas y artículos de opinión en la prensa de la época. Además de colaborar en múltiples iniciativas culturales, participó activamente en la actividad política y fue concejal del Ayuntamiento de Girona como representante de la Lliga. Tras unos días de presidio durante la dictadura de Primo de Rivera, consiguió volver al Ayuntamiento después de la proclamación de la República. Narcís-Jordi Aragó, familiar del arquitecto y estudioso de su obra, considera que Rafael Masó fue "un revulsivo cultural" en la ciudad, junto a Carles Rahola, Prudenci Bertrana, Fidel Aguilar y Xavier Monsalvatge.

La obra arquitectónica de Rafael Masó se enmarca en la crisis del modernismo y su búsqueda de nuevas fuentes de inspiración en el neopopulismo y las experiencias de vanguardia de la arquitectura europea. Sus obras más interesantes son las creadas entre 1912 y 1922, enmarcadas de lleno en el estilo novecentista. Entre estas obras, consideradas por los estudiosos creaciones de referencia en la arquitectura catalana de la época, se encuentran construcciones como, por ejemplo, el edificio Athenea, las casas Cendra, Masramon, Ensesa y Teixidor, el garaje Callicó y la casa Gispert Saüch.

La personalidad poliédrica de Rafael Masó quedará reflejada en una decena de exposiciones, la mayoría de las cuales se han programado a partir del mes de septiembre, en las que se analizará a fondo su arquitectura, su relación con los artesanos -esencial en su obra-, su actividad política y ciudadana, la audaz utilización de los materiales cerámicos y algunas de sus más apreciadas construcciones, como el edificio de La Punxa, en Girona.

La exposición más importante se titula Rafael Masó i Valentí, arquitecte y sus comisarios son Raquel Lacuesta y Lluís Cuspinera. Se expondrá material fotográfico, fílmico y proyectos arquitectónicos buscando la esencia de su creatividad. Esta exposición ocupará la Sala Girona de la Fundación La Caixa el mes de septiembre y, después de una itinerancia por Olot y Sant Feliu de Guíxols, llegará al Palau Moja de Barcelona en el año 2007.

El Ayuntamiento de Girona declaró como Any Masó el periodo comprendido entre septiembre de 2006 y septiembre de 2007. Se han adherido a la propuesta la Diputación de Girona, el Parlament de Catalunya y unos 17 municipios en los que Rafael Masó tiene alguna de sus obras.