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Escasas esperanzas de hallar con vida a los 3.000 desaparecidos por un alud en Filipinas

Greenpeace denuncia que la deforestación sistemática ha causado muchas catástrofes en el país

Las autoridades tienen pocas esperanzas de encontrar con vida a los cerca de 3.000 desaparecidos tras el alud que sepultó el viernes Guinsaugon, en San Bernardo, en el sur de la isla filipina de Leyte (650 kilómetros al sureste de Manila). Mario Maamo, alcalde de Liloan, localidad próxima a San Bernardo, calcula que, de los 3.000 habitantes de la aldea, vivían en Guinsaugon unas 370 familias (unas 1.850 personas, según sus estimaciones). La organización Greenpeace achacó a la deforestación sistemática los numerosos desastres naturales que ha sufrido Filipinas en las últimas décadas.

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Las autoridades tienen pocas esperanzas de encontrar con vida a los cerca de 3.000 desaparecidos tras el alud que sepultó el viernes Guinsaugon, en San Bernardo, en el sur de la isla filipina de Leyte (650 kilómetros al sureste de Manila). Mario Maamo, alcalde de Liloan, localidad próxima a San Bernardo, calcula que, de los 3.000 habitantes de la aldea, vivían en Guinsaugon unas 370 familias (unas 1.850 personas, según sus estimaciones). La organización Greenpeace achacó a la deforestación sistemática los numerosos desastres naturales que ha sufrido Filipinas en las últimas décadas.

Maria Lim, alcaldesa de San Bernardo, y Roger Mercado, congresista por Leyte, coincidieron en aseverar que la cifra de desaparecidos es de 3.000, frente a la de 1.700 que había ofrecido el director de Cruz Roja en Filipinas, Richard Gordon, y la de 1.800 de los equipos de rescate.

La Cruz Roja y el resto de las organizaciones que se ocupan del rescate temen que el número de muertos sea alto, dado que el deslizamiento de lodo y rocas originado por el desprendimiento de la ladera de la montaña de Can-abag enterró a toda la aldea.

Tampoco hay unanimidad sobre el número de supervivientes y fallecidos. El jefe de los servicios de salvamento, coronel Raúl Farnacio, aseguró que había "57 supervivientes y 41 cadáveres rescatados", mientras que la gobernadora de la provincia de Leyte del Sur, Rosette Lerias, dijo que se había extraído del lodazal a 57 supervivientes y 37 muertos. "Aunque han pasado más de 24 horas desde la catástrofe y ha estado lloviendo intensamente desde la noche del viernes, nunca se puede saber. A veces ocurren milagros", recordó el coronel. El Consejo Coordinador de Desastres Naturales de Filipinas, canal oficial de información sobre desastres de la presidencia del país, dio por su parte la cifra de 117 y 31, respectivamente.

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Uno de los cadáveres corresponde a un niño que había sido rescatado vivo, pero que murió por heridas en la cabeza. Otro, al británico Rebor White, quien fue encontrado muy lejos de su vivienda, una estructura sólida, y que estaba de vacaciones con su esposa filipina, no hallada aún.

Lerias, la gobernadora de la provincia de Leyte del Sur, informó de que fueron evacuadas todas las barriadas situadas frente a un muro de lodo y escombros que podrían desprenderse fácilmente, dado que las precipitaciones, aunque intermitentes, continuaron el sábado, por lo que la situación "sigue siendo muy peligrosa", algo que se resisten a entender algunos de sus habitantes que no quieren abandonar sus hogares.

El grupo ecologista Greenpeace recordó que en Filipinas se han sufrido repetidamente desastres de esta naturaleza y que hubo advertencias sobre la amenaza combinada de la tala destructiva y el cambio climático, que intensificarán el impacto de desastres. Greenpeace se refiere a los trabajos de excavación en minas y a la tala indiscriminada de árboles efectuada desde hace 30 años.

Explosión en Joló

Por otro lado, una veintena de personas resultaron heridos anoche al producirse una explosión en un karaoke situado cerca de un cuartel militar utilizado por soldados estadounidenses en Joló, isla a unos 980 kilómetros al sur de Manila. Ninguno de los heridos es estadounidense.

Aunque ningún grupo armado había reivindicado anoche la autoría, varios medios apuntan que pueda tratarse de un ataque de Abu Sayyaf, organización que las autoridades de EE UU y Filipinas vinculan a Al Qaeda, informa Efe.

Soldados filipinos portan el cuerpo de una víctima rescatada del barro ayer en Guinsaugon.
Soldados filipinos portan el cuerpo de una víctima rescatada del barro ayer en Guinsaugon.ASSOCIATED PRESS

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