Transportes y Medio Ambiente mantienen diferencias sobre el puerto exterior de Pasajes
Ambas consejerías discrepan al fijar las prioridades de la regeneración urbana
Los departamentos de Transportes y de Medio Ambiente mantienen criterios distintos sobre la regeneración integral de Pasaia y la construcción de su puerto exterior. Sus respectivas titulares, Nuria López de Guereñu, del PNV, y Esther Larrañaga, de Eusko Alkartasuna (EA), discreparon ayer al exponer en el Parlamento en qué orden debe abordarse la revitalización de dicho municipio. La primera de ellas defendió abiertamente el traslado de toda la actividad portuaria fuera de la bahía y abordar después la reforma urbana, mientras que Larrañaga se decantó por acometer de forma "inmediata" la revitalización "sin esperar" a la construcción de un puerto exterior.
López de Guereñu y Larrañaga, que comparecieron en comisión tras una petición del parlamentario del PP Borja Semper, trataron de evitar en todo momento que quedaran al descubierto sus divergencias sobre el puerto exterior. Ambas repitieron en varias ocasiones que la apuesta del Gobierno por la revitalización de Pasaialdea es "inequívoca". Sin embargo, sus diferencias salieron a relucir cuando expusieron cómo debe abordarse dicha regeneración.
La titular de Transportes dejó muy clara su postura al apostar decididamente por construir un puerto exterior: "La regeneración integral implica buscar una alternativa a la ubicación del puerto" actual. A su juicio, el traslado de "buena parte" de la actividad afuera, permitiría "liberar el suelo [del puerto interior] para uso residencial o social que redundaría en beneficio de una mayor calidad de vida de este entorno". López de Guereñu consideró que "una propuesta sólida de regeneración" obliga, entre otras medidas, a "buscar alternativas a la actual ubicación del puerto".
La dársena exterior es necesaria, según la titular de Transportes, porque las instalaciones existentes presentan "limitaciones naturales" que restringen la entrada de buques y producen "conflictos entre la autoridad portuaria y su entorno urbano". Además, Pasajes no puede incrementar el tráfico de mercancías porque su capacidad está "saturada".
López de Guereñu manifestó que la ampliación portuaria se debe realizar teniendo en cuenta variables económicas, sociales y ambientales y en el marco de "un sistema integral de transporte e intermodalidad dentro de Guipúzcoa". En estos momentos, las instituciones manejan dos opciones para construir el puerto exterior: apoyado a los acantilados del monte Jaizkibel o el puerto isla, separado a 200 metros de la ladera. Durante su intervención, también aseguró las medidas de protección ambiental de Jaizkibel son una "preocupación" para su departamento.
El silencio de EB
La titular de Medio Ambiente, por su parte, coincidió con su compañera en que la necesidad de regenerar la zona es "urgente", pero añadió que esta tarea no se puede supeditar al puerto exterior. Larrañaga afirmó que la gestión de la rehabilitación urbana de Pasaia debe ser "inmediata", sin esperar a conocer el futuro del puerto.
A diferencia de su antecesor en el cargo, Sabin Intxaurraga, también de EA, quien se mostró contrario a la dársena exterior, Larrañaga no se pronunció expresamente sobre esta infraestructura. Tampoco los representantes de la oposición le obligaron a fijar su postura.
Recordó, eso sí, que el Parlamento aprobó en octubre pasado una declaración en la que instaba a todas las instituciones implicadas a iniciar la regeneración de Pasaialdea sin someter esa actuación a una hipotética construcción del puerto exterior. Larrañaga abogó por "pensar y repensar" todo lo que se va a hacer en este entorno porque después "no habrá vuelta atrás". Mientras, sugirió a los actuales responsables del puerto que ajusten su actividad a la normativa ambiental para reducir en lo posible los daños que aquélla causa a la población.
El puerto exterior de Pasajes es un asunto resbaladizo para el Ejecutivo autónomo. La mejor demostración de ello es que el representante del tercer socio del tripartito (EB) en la comisión, Oskar Matute, no abrió ayer la boca cuando le tocó intervenir. Eludió pronunciarse para evitar que fuesen visibles las discrepancias que su formación política mantiene con sus dos socios de gobierno.
El socialista Miguel Buen hizo una defensa entusiasta de la necesidad de construir una dársena fuera, porque manteniendo la actividad portuaria actual resulta "imposible" la regeneración ambiental, urbanística y económica. El PP consideró prioritario afrontar la regeneración y el representante de EHAK, Julián Martínez, rechazó la nueva infraestructura.
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