Los galeristas vascos cierran su presencia en Arco con un balance "satisfactorio"
Tres compradores han mostrado su interés por un 'chillida' de dos millones de euros
La 25ª edición de la feria de arte contemporáneo Arco, que cerró el lunes sus puertas en Madrid, ha dejado un buen sabor de boca entre los galeristas del País Vasco y Navarra que participaron en ella. Las ventas a particulares y colecciones institucionales han alcanzado un nivel "satisfactorio", mejor que en 2005. La pieza más cara y más codiciada ha sido una escultura de Eduardo Chillida que ofrecía la galería Colón XVI, de Bilbao. La transacción para vender La casa del poeta. Estela IV por casi dos millones de euros no se ha cerrado todavía, a la espera de la decisión definitiva de la Tate Modern, de Londres. El Reina Sofía y un coleccionista privado también están dispuestos a comprarla.
Nacho Múgica, de Colón XVI, hace un balance "muy bueno" de la muestra. Los galeristas de Bilbao (Windsor Kulturgintza y Vanguardia), San Sebastián (Dieciséis) y Pamplona (Moisés Pérez de Albéniz) comparten la opinión sobre los resultados positivos de la feria. La organización estima que las ventas han crecido un 13% con respecto al año pasado. Los galeristas vasco no ofrecen números, pero se muestran satisfechos. "Arco 2005 fue muy buena, y está ha seguido la tendencia positiva", señala Múgica. Su galería da por vendida la escultura La casa del poeta. Estela IV, de Chillida, a pesar de que la transacción no se ha cerrado aún. Si el comité de compras de la Tate Modern no da luz verde a la compra apalabrada en la feria, el Reina Sofía está dispuesto a adquirirla y en tercer lugar espera un coleccionista privado.
La pieza de Chillida, un hierro de 1988, se venderá ligeramente por debajo del récord de dos millones de euros que alcanzó otra de sus esculturas la semana pasada en una subasta en Londres. Otros artistas representados por la galería bilbaína también han vendido en Arco, como Richard Serra, Susana Talayero e Iñaki Olazabal, o han despertado el interés de importantes colecciones, como ha ocurrido con las fotografías de la filandesa Aino Kannisto.
Talayero ha sido una de las artistas cuya obra ha sido adquirida por la Diputación de Vizcaya, que ha comprado a las tres galerías bilbaínas presentes por valor de 20.800 euros. Además de la pintura The Black Rider, de Talayero, la Diputación ha comprado una escultura de José Zugasti a Vanguardia y un óleo de Iñaki de la Fuente a Windsor. El destino de estas piezas no ha sido aún determinado.
Las previsiones optimistas de Moisés Pérez de Albéniz se han cumplido en la feria. Ha vendido, sobre todo a coleccionistas privados, obras que han oscilado entre los 2.000 y los 15.000 euros. Dos ejemplos: los 15 dibujos de José Ramón Amondarain que mostraba han encontrado comprador y dos fotografías de Ana Laura Aláez que conforman una instalación han sido adquiridas por la colección Ordóñez-Falcón.
Entre los clientes que han acudido a Windsor también ha habido importantes colecciones institucionales, como Caja Madrid y la Fundación Coca-cola, que han aportado a sus fondos un cuado de Amondarain y una fotografía de Paco Polán, respectivamente.
"Más dinámico"
Galería Dieciséis cambió este año el formato de su presencia en Madrid. En lugar de dedicar el espacio a un artista en exclusiva, como en ocasiones anteriores hizo con la obra de Amable Arias, decidió montar un muestra colectiva de los artistas de la galería. "Ha sido más dinámico y divertido", decía ayer su director, Gonzalo Sánchez. "Ya no me siento raro en Arco, ya soy como el resto de las galerías". Las ventas han avalado la oportunidad del cambio. Sánchez ha vendido "a particulares" trabajos "de precios más asequibles que otros años". Han encontrado compradores las cajas de Rosa Valverde y las pinturas de Calo Carratalá y Elena Goñi, entre otros artistas de la galería.
Los galeristas han vendido, pero también han comprado en la feria. La colección particular de los dueños de Colón XVI ha crecido con la incorporación de un alabastro del artista de origen indio Anish Kapoor.
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