Zapatero reclama "no segar la esperanza del fin de la violencia"

"El terror ha segado muchas vidas, pero no podemos segar la esperanza del fin de la violencia", señaló ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el acto de homenaje al ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente, asesinado hace 10 años por ETA. El acto, celebrado en la sede del alto tribunal, estuvo protagonizado por la emoción contenida de la familia y representantes institucionales.

La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el periodista Francisco Tomás y Valiente, hijo del magistrado asesinado; y el presidente del Gobierno homenajearon en sus discursos la figura del que fue presidente del Tribunal Constitucional de 1986 a 1992, y en su nombre, condenaron la violencia terrorista y reivindicaron tolerancia y esperanza, en un momento especialmente convulso, en plena campaña del PP contra la política antiterrorista del Ejecutivo.

Zapatero, en una breve intervención, destacó que la reivindicación de las víctimas no debe servir para impedir el final de la violencia en Euskadi, en alusión a algunas de las voces que se han escuchado en el tercer Congreso de Víctimas del Terrorismo reclamando venganza. Parafraseó al fallecido líder de la socialdemocracia alemana, Willy Brandt, para decir que "en democracia no hay callejones sin salida", y añadió: "El dolor del pasado, el horror del recuerdo es, ante todo, el poderoso estímulo de un futuro ante el que está obligado y comprometido el Gobierno con los mejores valores presentes de la ciudadanía".

Convivencia y futuro

Zapatero mantuvo abierta la esperanza de la paz, como en su intervención del viernes en La Moncloa. Invocó la memoria de Tomás y Valiente para subrayar a la viuda del magistrado, Carmen Lanuza, que "su testimonio inspira los mejores ideales de la convivencia y el futuro". "Un futuro que la sociedad española se ha ganado a pulso con su capacidad de resistencia y de contención, valor esencial en la democracia. Un futuro que nos convoca y nos compromete y que tiene una tarea: la paz", finalizó.

Especialmente emotiva fue la intervención del hijo del magistrado asesinado, que combinó con carga política. "De mi padre aprendí que sin confiar en la inteligencia de los ciudadanos, uno no puede ser demócrata. Por eso creo que quienes tratan a los ciudadanos sin respeto a su inteligencia, quienes mienten sin pudor, no son demócratas", dijo.

También recordó que su padre renegaba "de quienes hacen del terrorismo argumento de oposición al Gobierno", y evocó las palabras que su padre dirigió a los hijos del catedrático Manuel Broseta, también asesinado por la banda: "No odiéis y que el recuerdo de vuestro padre os haga sonreír".

La presidenta del Constitucional, en un emotivo discurso, destacó la huella de Tomás y Valiente en la jurisprudencia del alto tribunal. El alcalde de Madrid recordó cómo su asesinato marcó un hito en la movilización antiterrorista y parafraseó al periodista Tomás y Valiente: "Somos más, somos mejores y somos más fuertes". "Éstas son las señas de identidad en las que podemos encontrarnos los que amamos la vida, incluso a la hora de atraer a nuestro campo a los que optaron por la muerte", concluyó.