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Reportaje:

La importancia de llegar bien a los 50

Quienes a esa edad conserven las arterias y el corazón sanos, difícilmente tendrán un infarto o un ictus en la vejez

Empezar a preocuparse por la salud del corazón a los 50 años puede ser demasiado tarde. Unos investigadores estadounidenses han calculado el riesgo de sufrir un infarto, un ictus o cualquier otra enfermedad cardiovascular a lo largo de la vida y han descubierto que la suerte está echada -en buena medida- al llegar a la cincuentena y que, por tanto, hay que empezar a prevenir mucho antes.

El estudio, publicado en la revista Circulation, apunta que más de la mitad de los hombres y casi el 40% de las mujeres tendrán una enfermedad cardiovascular a lo largo de su vida. A los 50 años, el riesgo medio de desarrollarla antes de los 95 es del 51,7% en hombres y del 39,2% en mujeres. Pero el hallazgo más sorprendente es que los hombres que a los 50 años no tienen factores de riesgo cardiovascular, durante el resto de su vida sólo tendrán un riesgo del 5,2%.

Sólo el 5% de los hombres y el 8% de las mujeres sin factores de riesgo a los 50 desarrollarán una enfermedad cardiovascular a lo largo de su vida
Los datos demuestran que hay que comenzar pronto a cuidar de la salud cardíaca y evitar los factores de riesgo desde la infancia

"Prácticamente se ha abolido su riesgo de enfermedad cardiovascular", afirma el principal autor, Donald M. Lloyd-Jones. El perfil de riesgo óptimo incluía un colesterol total bajo, presión sanguínea normal y ausencia de diabetes y tabaquismo. En cambio, los hombres que presentaban dos o más factores tenían un riesgo del 68,9% de por vida.

Los hallazgos fueron similares en mujeres: las que presentaban niveles óptimos de factores de riesgo a los 50 años tenían un riesgo restante del 8,2%, en comparación con un 50,2% en el caso de mujeres que a esa edad presentaban dos o más factores de riesgo mencionados.

La ventaja de tener un perfil cardiovascular óptimo también se observó en términos de supervivencia. A los 50 años, los hombres y las mujeres con un perfil óptimo presentaban una supervivencia media superior a los 39 años, mientras que en las personas con dos factores de riesgo, la supervivencia media era de 28 años en el caso de los hombres y de 31 en el caso de las mujeres.

"Sin duda, los esfuerzos de prevención deben comenzar décadas antes de los 50 años, ya que incluso la presencia de un solo factor de riesgo a los 50 incrementa notablemente el riesgo de enfermedad cardiovascular en los años posteriores y acorta la supervivencia de forma notoria", señala Lloyd-Jones, catedrático adjunto de medicina preventiva y medicina de la Universidad de Northwestern, en Chicago (EE UU).

Aunque él y sus compañeros obtuvieron los cálculos de riesgo mediante el estudio de casi 8.000 sujetos de 50 años, los perfiles de riesgo también son aplicables a los más jóvenes. "Resulta que, al darse muy pocos casos de enfermedad cardiovascular en menores de 50 años, el riesgo a esa edad en realidad es una aproximación razonable al riesgo durante toda la vida", afirma Lloyd-Jones. Los descubrimientos tienen repercusiones en la política de prevención cardiovascular. Por lo general, los médicos utilizan el riesgo del paciente a 10 años vista para decidir el grado de agresividad del tratamiento de los factores de riesgo, afirma. Sin embargo, un hombre de 50 años con colesterol e hipertensión presenta un riesgo de infarto o muerte coronaria a 10 años vista de sólo el 7%, pero un riesgo de por vida 10 veces superior. "Para poder tener una perspectiva completa del riesgo de un paciente es preciso utilizar estos dos cálculos de riesgo juntos", señala Lloyd-Jones.

Aunque los investigadores han calculado los riesgos de enfermedad cardiaca coronaria e insuficiencia cardiaca congestiva para toda la vida, hasta ahora nadie había determinado el riesgo vital de todo el espectro de las enfermedades cardiovasculares, según la American Heart Association, editora de Circulation.

"Sólo investigaciones como el estudio de Framingham, que incluye un seguimiento a largo plazo de gran cantidad de pacientes, podía aportarnos los riesgos de por vida", afirma. Los investigadores revisaron los historiales médicos de 3.564 hombres y 4.362 mujeres que participaron en el Estudio Cardiaco de Framingham y ninguno de ellos padecía enfermedad cardiovascular a los 50 años. Posteriormente determinaron qué hombres y qué mujeres habían sufrido enfermedad ateroesclerótica en años posteriores, incluidos infartos, insuficiencia coronaria, angina de pecho e ictus provocados por una arteria obstruida, y muerte por enfermedad cardiaca coronaria y otras dolencias. También calcularon el efecto de los factores de riesgo modificables, como el peso y el tabaquismo.

Entre sus hallazgos se encuentra que a los 75 años, el 35% de los hombres y el 19,2% de las mujeres habían desarrollado alguna enfermedad cardiovascular. El riesgo más elevado se observó en personas que padecían diabetes a los 50 años: el 67,1% de los hombres diabéticos y el 57,3% de las mujeres diabéticas presentaban enfermedad cardiovascular a los 75 años. Asimismo, se encontró que la obesidad incrementaba el riesgo de por vida hasta el 58% en el caso de los hombres y hasta el 43% en el de las mujeres.

"Estos datos nos demuestran que debemos comenzar pronto a prevenir la enfermedad cardiovascular y evitar los factores de riesgo en los primeros años de nuestra vida", señala Donald M. Lloyd-Jones. "Una vez se han desarrollado los factores de riesgo cardiovascular, es difícil que las aguas puedan volver a su cauce".

Un grupo de personas de mediana edad, en un gimnasio de Gotemburgo (Suecia).
Un grupo de personas de mediana edad, en un gimnasio de Gotemburgo (Suecia).AP

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