El Plan General de San Sebastián proyecta el mayor desarrollo residencial de su historia
La nueva ordenación urbanística abre la puerta a construir viviendas en Igeldo y Ulía
Parajes singulares de San Sebastián, como las laderas de los montes Igeldo y Ulía, corren el peligro de verse invadidos por nuevas edificaciones residenciales. El Ayuntamiento aprobará mañana con una amplia mayoría el avance del Plan General, que abre la puerta a ocupar con viviendas algunas de las zonas más sensibles de la ciudad. El diseño de San Sebastián en ciernes contempla el más ambicioso desarrollo residencial de su historia, con 21.000 nuevas viviendas en una década. La ciudad se especializará como un polo de industrias de "bata blanca".
La nueva redacción del avance del Plan General -el documento con los criterios y objetivos generales del futuro planeamiento urbanístico- incorpora una referencia expresa a estudiar "la convenciencia de plantear desarrollos residenciales" en enclaves singulares, como las laderas sur de Ulía y sureste de Igeldo, entre otros. Ésta no es una aportación de los arquitectos que dirigen el Plan General, sino de los partidos políticos. Construir viviendas en Igeldo o Ulía no figuraba en las previsiones iniciales de los técnicos. La propuesta original de éstos no era tan intervencionista, pero en septiembre pasado fracasó. Entonces, sólo fue respaldada por el equipo de gobierno PSE-EB y rechazada por toda la oposición (PP, PNV y EA).
Los grupos municipales han tenido una participación decisiva en la reformulación del documento, que será aprobado mañana con una amplia mayoría. Se han introducido cambios sustanciales, sobre todo en materia de vivienda. Llama la atención que se abra la posibilidad de edificar pisos en zonas verdes, en lugares tan delicados como Igeldo, Ulía, la parte alta de Añorga o en Uba (la trasera de los cuarteles de Loiola y de la cárcel de Martutene), que en el mismo documento figuran, en otro apartado, como "ámbitos naturales de singular valor".
En lo demás, el nuevo Plan General apuesta por "dar respuesta a la demanda de vivienda presente y futura". Bajo esta premisa, en San Sebastián se levantarán durante la próxima década entre 1.650 y 2.100 pisos al año, de los que el 50%-60% serán protegidos, el 20%-30% de precio tasado y el resto, libres. Si se cumple el ritmo de crecimiento programado en el nuevo planeamiento urbanístico, en 2015 el parque residencial se acercará a las 100.000 viviendas.
La alta densidad de los barrios céntricos obligará a crecer en la periferia, principalmente en Martutene (4.000 pisos en Antondegi), Altza (2.800 en Auditz-Akular) y Zubieta (2.100 junto al hipódromo). Estas grandes intervenciones se acompañarán de otras más modestas en el centro (584 en Morlans), Ibaeta (750 en El Infierno) y otras 558 en Añorga. El Plan General se decanta por el "mayor aprovechamiento y densificación posible" de los desarrollos residenciales, con el fin de no "despilfarrar el suelo". Como línea de actuación, propone poner en uso las viviendas vacías, reajustar las de gran tamaño y permitir que locales puedan ser habitados
Entre las modificaciones recogidas en esta última versión figura el criterio de no actuar en la parcela de Lore-Toki, situada junto al Museo Chillida-Leku, lo que cierra la puerta a crear un bloque de viviendas, como planteó en su día el alcalde donostiarra, Odón Elorza.
El segundo gran bloque de ordenación se refiere a las actividades económicas. "Se apostará preferentemente por la previsión de desarrollos de actividades económicas de bata blanca o limpias", vinculadas a la ciencia, la investigación, la tecnología o la cultura. En la nueva redacción se ha incluido la posible ampliación del parque tecnológico de Miramón y se da luz verde a estudiar la creación de un nuevo parque tecnológico, además de construir un centro empresarial en Landarro (Altza). El documento aboga por trasladar a otras zonas los negocios situados cerca de Tabacalera para posibilitar la regeneración urbana de este entorno y por la ampliación de las actuales instalaciones comerciales de Garbera, en Intxaurrondo.
Bajo el epígrafe "movilidad y transporte", el Plan General recogerá la creación de una línea de tranvía conectada a la actual red ferroviaria de Euskotren, que permita extender este servicio a "todas las partes de la ciudad", llegando hasta la playa de La Concha. En Riberas de Loiola, cerca de Amara, se localizará la estación intermodal, donde confluirán los servicios del tranvía, Euskotren, Renfe, el futuro ramal de la Y vasca y todas las líneas de autobuses.
Incineradora
En materia de infraestructuras, se mantiene el hipódromo en su actual emplazamiento, pese a que se barajó la opción de trasladarlo para ocupar los terrenos con un polígono residencial. El plan apuesta por trasladar la cárcel de Martutene y los cuarteles de Loiola a la zona alta de Zubieta, así como las instalaciones de la Hípica a la finca de Lore-Toki. No fija ninguna localización para el puerto deportivo, aunque apunta como una opción "razonable" construirlo en la bahía de Pasaia.
Uno de los apartados más resbaladizos del avance es el que propone varios emplazamientos para ubicar las posibles instalaciones de tratamiento de las basuras. Aunque no se inclina por el compostaje, la incineración o los vertederos, dado que no es el cometido de este planteamiento, considera "adecuadas" tres ubicaciones: Aritzeta (en el triángulo formado por la A-8, la N-1 y el futuro cinturón de San Sebastián), la zona alta de Zubieta y el vertedero de San Marcos.
Esta tercera opción podría desaparecer si prospera una enmienda presentada por el PNV. En todo caso, la discusión de este asunto volverá a enfrentar a socialistas y nacionalistas, contrarios y defensores de la incineradora, respectivamente. EB es la fuerza más beligerante contra esta instalación, hasta el punto de que su única edil, que forma parte de la coalición de gobierno, podría desmarcarse de su socio y abstenerse finalmente en la votación del avance.
El Plan General, que marcará la evolución de la ciudad en la próxima década, traza una expansión notable de la capital guipuzcoana. La mancha urbana se amplía hacia los límites municipales sin solución de continuidad: "El Ayuntamiento se ha de implicar de forma directa y activa", dice el avance, "en los procesos de potenciación del entorno metropolitano", incluido los relacionados con "el aeropuerto, la regeneración de Pasialdea y el puerto exterior de Pasajes".
Nuevos proyectos
En apenas cuatro meses y medio, el documento de avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Sebastián ha experimentado un cambio considerable. En septiembre pasado fue devuelto por "impreciso", "confuso" e "incompleto", según fue calificado por los grupos de la oposición (el PP, el PNV y EA). El actual informe urbanístico, que admite una intervención edificatoria mucho más intensiva, recoge con un mayor grado de definición las principales actuaciones previstas en la ciudad. Esta vez, el PNV y EA van a sumar sus votos con los socialistas, lo que garantiza la aprobación del trámite. EB se abstendrá por su disconformidad con la incineradora y el PP, que propone incrementar la construcción de viviendas hasta las 26.000, podría dar un sí crítico en el pleno de mañana.
La mano de los partidos en la redacción final del planeamiento ha conseguido incorporar proyectos concretos que no figuraban en el original. De 17 páginas se ha pasado a 35. La hoja de ruta para elaborar el proyecto de PGOU incluyen, entre otras propuestas, la implantación del tranvía, un estudio de ubicaciones para el puerto deportivo y las plantas de tratamiento de las basuras, la calificación de zona protegida de Lore-Toki, la eliminación del viaducto de Carlos I, la ampliación del parque tecnológico de Miramón y nuevos desarrollos residenciales en Altza, Loiola-Martutene y Zubieta.
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