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El PSOE rechazó la petición de la ex edil del PP de Camas de colocar a varios familiares

Larrinaga pidió trabajo para ella, su marido y su hermana si apoyaba la moción de censura

El Ayuntamiento de Camas (Sevilla) no para de dar sorpresas. La última ha sido la intención de la ex concejal del PP Inmaculada Larrinaga de desisitir en las dos denuncias que presentó el año pasado por sendos intentos de soborno. En el último año, Larrinaga ha protagonizado varias piruetas políticas. En enero de 2005, apoyó una moción de censura del PSOE contra el alcalde de Camas, Agustín Pavón, aunque luego se retractó y la operación se frustró. Larrinaga volvió al gobierno local, formado por IU, PP y PA, pero se fue a las dos semanas. Antes de la moción, Larrinaga pidió por escrito al PSOE empleo para ella y varios familiares, pero los socialistas dijeron que no era posible. "De eso no quiero comentar nada", dijo ayer la edil.

El 17 de enero de 2005, Larrinaga mostró su apoyo a una moción de censura impulsada por el PSOE contra el gobierno municipal de Pavón. La edil aludió a "desencuentros" personales y políticos con varios miembros del gobierno. En la actualidad, Pavón está imputado, junto a los concejales Antonio Enrique Fraile, José del Castillo y Aureliano Lucas y el empresario Eusebio Gaviño, en el caso Camas, el supuesto intento de soborno a la edil Carmen Lobo, ex de IU.

El 25 de enero del año pasado, tres días antes de que se votara la moción, la concejal dio marcha atrás, volvió al gobierno de Pavón y frustró la moción de censura del PSOE. Larrinaga justificó su cambio de postura en que no quería contribuir a la "crispación" que se había generado en el pueblo. Entre el 17 y el 25 de enero, Larrinaga recibió varias amenazas que llevó a los tribunales.

En esa semana, la ex edil del PP se marchó a Punta Umbría (Huelva), pero su entonces compañero de partido Antonio Enrique Fraile la encontró e insistió en que se retractase. En el juzgado Larrinaga relató que Fraile; la hermana de éste, María Victoria Fraile, alcaldesa de Olivares y José Carlos Hernández, alcalde de Punta Umbría (Huelva), todos del PP, la localizaron y le ofrecieron dinero y un chalé si dejaba de respaldar la moción.

Denuncia de presiones

Finalmente, Larrinaga cedió ante las presiones y se marchó a Mallorca en compañía de su marido y de su hija. A ese viaje, también fueron Fraile y Pavón.

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El día de la votación de la moción de censura, el 28 de enero, ni Fraile ni Larrinaga acudieron al pleno, al que tampoco se presentó ningún miembro de la oposición, que daba por hecho que iba a perder la votación.

Días antes de la moción de censura, Larrinaga entregó al grupo socialista de Camas una carta en la que planteaba sus condiciones para apoyar la moción. Además de exigir una remodelación de las áreas municipales, Larrinaga reclamaba un puesto fijo en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), en el que está como interina. De hecho, el último contrato de Larrinaga como interina del SAS se extinguió hace 12 días. En la carta, entre corchetes, Larrinaga añade que el puesto fijo lo obtendría que "a través de examen oposición".

Además reclamaba puestos de trabajo fijos, sin definir destino, para su marido, su hermana, su cuñado y la mujer de una persona de su confianza. En la carta, también planteaba la posibilidad de ir en las listas electorales del PSOE en las elecciones municipales de 2007 si ambas partes estaban "contentas" con el trabajo realizado tras la moción.

Los socialistas, representados por el portavoz municipal, Antonio Herranz, y la candidata en las últimas elecciones municipales, Encarnación Díaz, le dijeron que eso no era posible. Preguntada ayer por esta carta, Larrinaga respondió: "De eso no quiero comentar nada".

El último movimiento de péndulo de Larrinaga está relacionado con su decisión de cambiar de abogado y su intención de desistirse en las denuncias que presentó por intento de soborno, denuncias que investigan dos juzgados de Sevilla. Larrinaga ha dejado a Carmen Julia García Mesa, letrada también de los dos denunciantes del caso Camas (Carmen Lobo y Francisco Gordo), y ha acudido a un veterano bufete de abogados de Sevilla, que tiene su sede en la céntrica Plaza Nueva. Su nuevo letrado, Pedro Rodríguez Barea, afirmó ayer que hasta mañana lunes no dispondrá de los documentos de estos dos procedimientos judiciales.

El Juzgado de Instrucción 9 investiga un supuesto delito de cohecho. Esta investigación se puso en marcha después de que la fiscalía de Sevilla dedujera testimonio en un juicio de faltas en el que Larrinaga aseguró que los concejales de Camas Antonio Enrique Fraile, José del Castillo y Juan José Jurado le ofrecieron, en enero del año pasado, un trabajo para su marido si retiraba su apoyo a la moción de censura.

"Mensualidad millonaria"

La segunda investigación impulsada a raíz de una denuncia de Larrinaga la realiza el Juzgado de Instrucción 18. En este caso, Larrinaga denunció que en febrero de 2005 un hombre se presentó en su casa y le ofreció "una mensualidad millonaria" si apoyaba los presupuestos municipales. Cuando saltó el caso Camas, el intento de soborno a la edil Carmen Lobo, Larrinaga identificó en una fotografía al empresario Eusebio Gaviño como la persona que le había hecho la oferta.

Fuentes judiciales consideran "un disparate" la posibilidad de que Larrinaga desista de las denuncias y añaden que su retirada no tendría trascendencia jurídica ya que la Fiscalía Anticorrupción, que asumió el caso, puede continuar la investigación.

Larrinaga está en su derecho de dar este paso atrás, pero la cuestión es qué argumentos da a los jueces que investigan sus dos denuncias. "Ella tiene que dar explicaciones sobre su decisión", afirma un abogado, quien añade que los magistrados que llevan ambos procedimientos pueden ahora archivar la investigación o seguir con ella. Este letrado también contempla la opción de que los jueces puedan actuar contra Larrinaga por denuncia falsa si sus argumentos no son convincentes.

Francisco Gordo, denunciante del caso Camas, considera que tras el posible desistimiento de Larrinaga está el "dinero". "Una mafia con nombre y apellidos que no me atrevo a decir. Pero es la derechona de toda la vida", dice Gordo, quien está convencido de que en los próximos meses el gobierno de Camas aprobará todos "los temas urbanísticos" que pueda.

Inmaculada Larrinaga, en una foto de archivo.
Inmaculada Larrinaga, en una foto de archivo.

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