La zona cuenta con un largo historial de incidentes

Una larga sombra oscura se cierne sobre el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), situado en pleno corazón de la ciudad universitaria de Madrid, que ocupa unas 20 hectáreas. Además de los dos trabajadores contaminados durante el pasado diciembre por bajas dosis de americio, un largo historial de incidentes le acompaña. En 1970 fue escenario de un accidente considerado uno de los más importantes de España: una rotura en una de las tuberías del reactor provocó una fuga de unos 53 litros de líquidos radiactivo. Unos 40 escaparon por el caudal de desagüe que vierte en la red fluvial. Los otros 13 litros se filtraron en terrenos del Ciemat que ahora están siendo descontaminados.

El pasado verano el Ciemat fue autorizado a desmantelar todas sus instalaciones nucleares. Justo un año antes, la Fiscalía de Madrid presentó una denuncia para que se investigarán los efectos de "la importante contaminación radiactiva" que todavía sufre la zona. Para rehabilitar la zona, el Ciemat preparó el Plan Integral de Mejora de Instalaciones (PIMIC) con el que pretende regenerar y limpiar sus instalaciones de posibles residuos nucleares. El plan cuenta con un presupuesto de 2,3 millones de euros.

El Ciemat, que llegó a albergar unas 60 instalaciones nucleares, se instaló en Moncloa en 1951. Entonces era la Junta de Energía Nuclear. Ahora sus edificios se extienden sobre 71.000 metros cuadrados donde alberga su sede central.