Renault apuesta por la gama alta para mejorar la productividad

Carlos Goshn, el nuevo presidente de Renault, anunció ayer un plan para hacer frente a los signos de debilidad del grupo, tanto en su estrategia comercial como en su rentabilidad. Admitió que la compañía está "gestionada de forma deficiente", que su imagen de marca se ha "debilitado" y que los costes no son competitivos. Pero, de momento, Goshn rechaza la reducción de plantilla y apuesta por mejorar el margen operativo un 6% con el lanzamiento de 26 modelos, la mayoría de gama alta.

El plan presentado ayer por Goshn, Contrato 2009, contempla sacar al mercado 26 nuevos modelos en los próximos cuatro años, la mayor parte de ellos en la gama alta, y aumentar el margen operativo hasta el 6% del volumen de negocio.

El directivo franco-libanés que reflotó la japonesa Nissan (participada mayoritariamente por Renault) descartó, por el momento, cualquier reducción de plantilla. Lo que necesita hoy Renault, dijo, "no es una reestructuración, sino crecimiento". El constructor francés tuvo 3.367 millones de euros de beneficios en 2005, un 18,7% más que en 2004; aunque buena parte proceden de Nissan (2.275 millones) y la división de camiones Volvo (322 millones), donde tiene un 20% del capital.

Buena parte del problema de Renault hay que buscarlo en su limitada gama de modelos, en contra de la tendencia que siguen actualmente la mayoría de las marcas que buscan clientes a base de ofertas muy variadas. Sirva como ejemplo de la fragilidad comercial de Renault el hecho de que el 50% de los beneficios proceden exclusivamente del modelo Megane. Goshn reconoció también que los costes de producción no son competitivos, en buena parte porque sus modelos son demasiado complejos y tienen un 20% más de componentes que la media del sector.

Lo más destacable del Contrato 2009 presentado ayer es la salida de 26 nuevos modelos de aquí a 2009. Este año tan sólo habrá dos, pero entre 2007 y 2009 saldrán ocho cada año, lo que supone el doble de los presentados en los últimos ocho años. En 2007 saldrá el nuevo Laguna, que debe situarse en la gama alta y convertirse en el vehículo emblemático de la marca, ya que, según explicó Goshn, Renault tiene que resituarse en el segmento superior, que es donde hay más valor añadido. También debe reducir su excesiva dependencia del mercado europeo.

Goshn pretende aumentar la parte de su mercado no europea del actual 27% a un 37% antes de 2009 y aumentar la productividad con un recorte de gastos que supone arañar un 14% en las compras, un 8% en la distribución en Europa y un 12% en la fabricación mediante un incremento de la tasa media de utilización de sus plantas del 60% en 2005 a más del 75%.

El presidente de Renault lamentó que actualmente muchas de las plantas trabajan a un régimen inferior al 40% de su capacidad, y citó la de Valladolid, en España, cuya situación consideró "preocupante" y advirtió de que será sometida a evaluación y que su futuro dependerá del éxito o el fracaso de los modelos que fabrique.

Por su parte, el presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla, declaró a la agencia Efe que el acuerdo para la producción del Clio en Valladolid está muy avanzado y debe firmarse la próxima semana. Según Fernández de Sevilla, la inversión de 35 millones de euros, necesaria para la adaptación de la cadena de producción, ya está pactada por Renault y las administraciones, y sólo resta alcanzar el acuerdo con los sindicatos. Las subvenciones alcanzan el 15% de la inversión.