"En el palacio del dictador Francisco Franco"
"Aquí, en el palacio que fue residencia del dictador Francisco Franco...". De este modo, un periodista ruso se dirigía ayer a los televidentes de su cadena, mientras la cámara le filmaba sobre el telón de fondo del Palacio del Pardo, domicilio estos días del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y de su esposa, Ludmila.
Putin había escuchado ya las salvas en su honor y pasado revista a la tropa en compañía del rey Juan Carlos. Antes de descender de la limusina que les condujo desde el aeropuerto a El Pardo, Ludmila Putin se desembarazó del abrigo. La prenda era superflua, en virtud de los más de 30 grados de diferencia que mediaban entre Madrid y Moscú, donde el invierno castiga desde hace varias semanas con temperaturas inferiores a los 20 grados bajo cero. Innecesarias, pero seguramente mucho más difíciles de abandonar sobre la marcha, eran también las botas altas que calzaba la esposa del presidente. Ludmila, que estudió español en la universidad de Leningrado (hoy San Petersburgo), conversaba aparentemente sin dificultad con doña Sofía. Por la tarde, asistió a una exhibición de flamenco de la bailarina María Pagés.
No es la primera vez que el presidente ruso viaja a España. En su reunión con corresponsales españoles en Moscú, Putin explicó que había visitado este país en diversas ocasiones (como turista y por trabajo) y, por primera vez, a mediados de los 90, cuando tenía un alto cargo en la alcaldía de San Petersburgo. El futuro presidente de Rusia estuvo entonces en el Valle de los Caídos y contempló la tumba de Franco. Putin, con una curiosa asociación, se refirió el pasado lunes a los restos mortales de Franco al responder a una pregunta sobre el destino de la momia de Vladímir Lenin, el fundador de la URSS.
Ese cadáver es hoy objeto de una polémica sobre la conveniencia de retirarlo del mausoleo de la Plaza Roja, donde está expuesto al público, para darle sepultura en otro lugar. Tras señalar que "no se puede establecer un paralelismo entre comunismo y fascismo", porque "cada ideología tiene su propia idea de la justicia, sus problemas y sus consecuencias", el presidente ruso dijo que "la figura de Franco es bastante controvertida" en su propio país y, "sin embargo, está enterrado con honores en uno de los panteones". Estas declaraciones han avivado la controversia en rusia.
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