20 etarras salen libres este año sin cumplir todas sus penas al aplicarse el Código de 1973

Cuarenta y siete etarras han salido o saldrán de prisión este año por haber cumplido sus condenas. Veinte de ellos recibieron penas superiores a los 30 años, pero sus condenas fueron refundidas en una única de 30 años -el máximo periodo de cumplimiento previsto en el Código Penal de 1973-. Esa pena se ha visto rebajada por aplicación de los beneficios penitenciarios del Código antiguo y que no fueron eliminados hasta el aprobado en 1995 con los socialistas en el Gobierno. Entre 1998 y 2004, otros 59 terroristas con acumulación de condenas y redención de penas fueron excarcelados.

Antxon, veterano dirigente de ETA, fue excarcelado en 2004 tras redimir tres años de pena

Troitiño, autor de 21 asesinatos en el atentado de Hipercor, quedará libre en junio

Entre los terroristas que este año serán puestos en libertad figuran etarras tan sanguinarios como Domingo Troitiño Arranz, condenado a 1.588 años de cárcel sólo por ser uno de los autores de la matanza de Hipercor, en Barcelona, el 17 de junio de 1987, en la murieron 21 personas y resultaron heridas otras 45; o José Antonio López Ruiz, Kubati, miembro del comando Goiherri-Costa, asesino de la etarra que había dejado la banda María Dolores González Catarain, Yoyes.

Por escandaloso que pueda parecer que terroristas penados con miles de años de prisión salgan a la calle después de haber cumplido 18 ó 20 años de su condena, no se trata más que de la aplicación estricta de la ley. El artículo 9 de la Constitución dice textualmente: "La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos".

Por lo tanto, nadie puede ser condenado a más pena que la que estaba prevista para los delitos que cometió en el momento en que los cometió. Todos los terroristas que ahora salen perpetraron sus atentados en los años ochenta, cuando era de aplicación el Código Penal aprobado en 1973, cuando todavía vivía Franco y ni se sospechaba que dos años después se iba a iniciar la transición.

Ya en los años ochenta, los juristas apreciaron que los terroristas podrían salir, por aplicación de redenciones ordinarias y extraordinarias de pena, cumpliendo dos tercios o poco más de la mitad de la condena. Sin embargo, en aquel momento, 17 ó 18 años parecía mucho tiempo y nadie instó la modificación del Código Penal.

Fue en 1995, cuando algunos de los terroristas ya se habían beneficiado de las redenciones y estaban empezando a salir de prisión cuando se hizo un nuevo Código Penal que curiosamente rebajaba las penas máximas (20 años, en lugar de 30, para un asesinato ordinario) pero que eliminaba los beneficios penitenciarios y obligaba a cumplir las condenas día a día.

Los delitos de terrorismo seguían inalterados con penas máximas -hasta 30 años por asesinato terrorista-, pero la modificación no podía aplicarse a los miembros de las bandas armadas aún no detenidos y que habían cometido los delitos antes de 1995.

El Código Penal volvió a modificarse en 2003, cuando José María Aznar impulsó una reforma para que el máximo de cumplimiento para determinados delitos, entre los que se encontraban los de terrorismo, fuera de 40 años de cárcel.

Sin embargo, los efectos de esa reforma nunca podrían apreciarse antes de 2033, puesto que con el Código de 1995, ya se podían imponer condenas de 30 años que se cumplieran día a día.

Entre abril de 1998 y marzo de 2004, durante el mandato del Partido Popular, 59 terroristas de ETA abandonaron la cárcel mucho antes del tiempo máximo de cumplimiento de su condena debido a que redimieron penas acogiéndose al Código Penal de 1973, vigente cuando cometieron los atentados, y a que pidieron y lograron la acumulación de sus penas.

Entre los etarras que se beneficiaron en el periodo de Gobierno del PP de las redenciones de penas estuvo el veterano dirigente de ETA Eugenio Etxebeste, Antxon, quien cumplió sólo siete de los diez años a que fue condenado como miembro de la banda terrorista.

Antxon, encargado de fijar las líneas ideológicas de ETA y orientar los objetivos de los comandos terroristas, ingresó en prisión en 1997 y salió en enero de 2004.