Sáez Merino cree preciso vender activos y un recorte de empleo
Sáez Merino -fabricante de Lois, Cimarron, Caroche y Caster- solicita autorización, en la memoria presentada ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Valencia, para "enajenar ciertos activos no productivos" y acometer, dentro del proceso concursal, un Expediente de Regulación de Empleo para extinguir el "menor número posible de contratos laborales". Así consta en el punto quinto del auto dictado ayer por el titular del citado juzgado en el que se admite la solicitud de concurso de acreedores presentada la semana pasada. Ajuste, añade Sáez Merino, que salvando el resto de empleos haga posible la continuidad del grupo. Sáez Merino emplea a 950 personas.
El auto recoge que de la documentación aportada se deriva que "de no reestructurarse el grupo y alcanzar un convenio de acreedores" la situación se verá "irremediablemente agravada". También indica que las pérdidas de los dos últimos ejercicios han hecho desaparecer los activos líquidos. Un hecho que junto al elevado endeudamiento y la caída de ventas han hecho que las entidades financieras hayan optado, tras "muchas negociaciones", por no conceder financiación "alguna adicional". El auto nombra a los tres administradores concursales.
Sáez Merino insistió ayer en la "necesidad" de reconvertir el grupo en "otro diferente" más volcado en lo comercial. También dijo que en la documentación no cuantifica el recorte de plantilla. Y UGT-PV reiteró que no va tolerar que por medio de ese concurso se "desmantele la empresa".
