Hallados muertos bajo toneladas de rocas los dueños de la masía sepultada por un alud

Los equipos de rescate, con la ayuda de perros adiestrados, localizaron ayer bajo toneladas de rocas al matrimonio formado por Conrad Olalla e Isabel Pellicer, ambos de 65 años, dueños de una masía ubicada en un paraje de Juneda (Les Garrigues) que fue sepultada por un alud de rocas y tierra. La pareja, que ayer no había sido rescatada, era buscada desde el domingo entre los restos de su casa, construida debajo de una gran cavidad rocosa. A media tarde, fue hallado el cadáver del hombre, y entrada la noche, el de la mujer. Los primeros indicios apuntan a que el agua del deshielo de la nieve de hace 10 días penetró en las grietas de la roca y se heló, lo que provocó la fractura de la gran masa pétrea y su posterior caída sobre la masía.

La vivienda siniestrada había sido construida al abrigo de una cueva rocosa de grandes dimensiones situada en pleno bosque, a unos cinco kilómetros de Juneda. Dadas las enormes proporciones del desprendimiento de rocas y ante la imposibilidad de utilizar maquinaria pesada, los equipos de rescate iniciaron la búsqueda de los desaparecidos sin demasiadas esperanzas de encontrarlos con vida.

El desprendimiento fue descubierto el domingo pasado por un cazador, pero todo parece indicar que se produjo varios días antes, posiblemente después del último temporal, que dejó importantes espesores de nieve. No se conoce todavía la causa que provocó la avalancha de más de 100 metros de cornisa pétrea, aunque una de las explicaciones más lógicas es que pudo deberse a las filtraciones de agua procedentes de la nieve derretida y a la posterior presión ejercida en el interior de la roca una vez helada el agua.

Lugar bucólico

Conrad Olalla e Isabel Pellicer eran naturales de Ulldemolins (Priorat), pero estaban empadronados en Juncosa desde que hace 15 años decidieron comprar una finca de más de 80 hectáreas, conocida como Mas del Queraltet, un lugar bucólico en el que la pareja solía pasar largas temporadas dedicada a las tareas del campo. La casa disponía de todas las comodidades y estaba perfectamente acondicionada para vivir de forma permanente.

La finca está rodeada de un extenso bosque y tiene plantaciones de olivos y almendros que Conrad había modernizado y dotado de riego por goteo. "Esta era su vida, su gran pasatiempo", señaló ayer un vecino que en sus 80 años de vida no había visto nunca un desprendimiento de rocas de tal magnitud. Este vecino explicó que Conrad le comentó hace unos dos meses que había puesto un anuncio en un periódico de Tarragona para poner en venta la finca por 540.000 euros.

Los vecinos de Juncosa siguieron con gran interés la operación de desescombro del Mas de Queraltet, en la que intervinieron 15 equipos de los Bomberos de la Generalitat y voluntarios. Los trabajos resultaron muy laboriosos porque el derrumbe también cortó el camino de acceso a la vivienda, lo cual impidió la llegada de las máquinas excavadoras hasta ayer por la tarde. Un camión de los bomberos rozó la tragedia el domingo al volcar cuando se dirigía al lugar del siniestro por una pista forestal.