Una fiesta barroca

Musika-Música, la traslación a Bilbao del modelo de maratón de música clásica abierto por La Folle Journée de Nantes, pasará por alto en ésta su quinta edición el año Mozart. El compositor austriaco y Haydn ya centraron en 2002 la primera edición de la cita y, tras ocuparse sucesivamente del Barroco italiano, el Romanticismo y Beethoven, la nueva convocatoria recuperará los sonidos del Barroco tardío europeo. La armonía de las naciones. La Europa barroca es el título genérico de esas tres jornadas (3 al 5 de marzo), durante las que se sucederán en el Palacio Euskalduna 54 conciertos (ocho menos que en 2005) con obras concebidas entre 1650 y 1750.

La inauguración con dos obras de Juan Crisóstomo de Arriaga en el año del bicentenario de su nacimiento en Bilbao será la única excepción en un amplio programa que se alimenta de composiciones de 12 autores, elegidos por parejas como selecciones nacionales: Bach y Telemann, por Alemania; Händel y Purcell, de Inglaterra; Blasco de Nebra y Soler, por España; Couperin y Ranteau, de Francia; Scarlatti y Vivaldi, por Italia; y Seixas y De Almeida, de Portugal.

Las entradas, que cuestan entre cuatro y ocho euros, salen a la venta el lunes

Sus piezas serán abordadas por notables intérpretes europeos, como los conjuntos Akademie für Alte Musik de Berlín, Concerto Köln, La Fenice, el Ensemble Vocal de Lausanne, Ricercar Consort, el conjunto vocal La Venexiana o la Coral de Bilbao, entre otros.

Entre los solistas, destacan los clavecinistas Pierre Hantaï y Blandine Rannou, la violinista Amandine Beyer o el chelista Asier Polo. La Orquesta Sinfónica de Bilbao, tendrá a su director, Juan José Mena, al frente. La programación íntegra se puede consultar en la web www.bilbao.net.

Las entradas se ponen a la venta el lunes en los cajeros multiservicio y la web de la BBK (www.bbk.es), en la sede de la Fundación Bilbao 700, en el Mercado del Ensache, y en el teléfono 94 4310310. Sus "precios accesibles" -entre cuatro y ocho euros- intentarán facilitar que la cita supere los 23.000 asistentes del pasado año.

Begoña Salinas, directora de Bilbao 700, entidad organizadora de la cita, prefiere no concretar en cifras sus aspiraciones. "Antes que cualquier otro, para mí el objetivo principal es la difusión de la música clásica. Es decir, atraer a muchísima gente joven, o no tan joven, porque hay mucho adulto aficionado a la música que no ha entrado nunca en la red habitual de teatros por miedo a la solemnidad y al elitismo de la música clásica, o por cuestión de poder adquisitivo. El ideal sería poderlo extender a todas las capas sociales", indica.

El ciclo cuenta con casi un millón de euros de presupuesto total, que en su mayoría aportan el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación de Vizcaya.

Otra gran esperanza es que Musika-Música se consolide, de modo que dentro de 15 años ("en un proyecto cultural hay que apostar a medio y largo plazo", según Salinas) se convierta en "un verdadero acontecimiento musical".