"Este modelo de financiación es federal"

Un cambio de modelo con el que Cataluña sale ganando y nadie sale perdiendo. Así resume el consejero de Economía de la Generalitat de Cataluña, Antoni Castells (Barcelona, 1950), el reciente acuerdo de financiación entre los partidos catalanes y el Ejecutivo central. Castells ha sido uno de los artífices del acuerdo de financiación.

Pregunta. La posición de ERC sobre el Estatuto deja abiertos varios interrogantes sobre el futuro del tripartito. Si no vota a favor ¿obliga a convocar elecciones?

Respuesta. No imagino un escenario en el que ERC no dé el voto favorable al Estatuto. El texto aprobado contiene muchísimas aportaciones de ERC y sin sus contribuciones no habría sido posible, especialmente en el capítulo de financiación.

"No imagino un escenario en el que ERC no dé el voto favorable al Estatuto; el texto aprobado contiene muchísimas aportaciones suyas"

"El nuevo modelo debe garantizar la solidaridad, sin desincentivar, para que quienes más contribuyan reciban parte del fruto de su esfuerzo"

P. El PSOE parece sentirse muy cómodo con esa especie de centralidad recuperada: el PP en un extremo del arco político y ERC en el otro. ¿Qué papel va a jugar el PSOE en la continuidad del Gobierno catalán?

R. No es el PSOE quien va a decidir la continuidad del gobierno, sino el PSC, ERC e ICV-EUiA y, por supuesto, el presidente de la Generalitat. Y los tres partidos ya han dejado claro que quieren continuar en el Gobierno. No veo que el apoyo de ERC al Estatuto pueda descentrar al PSOE. Al contrario, los españoles valoran la actitud del PSOE frente a la actitud intemperante del PP que utiliza el Estatuto como un instrumento de agresión a Cataluña sólo por conveniencia política.

P. ¿Se sentiría cómodo con una eventual alianza PSOE-CiU?

R. Es lógico que el PSOE quiera ampliar el abanico de posibles apoyos parlamentarios. Por otra parte, es digno de destacar que CiU se incline por el PSOE antes que por el PP, cuando tantas veces ha dicho que eran lo mismo. Sin Zapatero, y con el PP, el acuerdo no habría sido posible.

P. ¿Es posible un acuerdo de coalición CiU-PSC para gobernar en Cataluña?

R. El objetivo del PSC es gobernar en Cataluña y, como dice el presidente, el calendario y la agenda de reformas del gobierno catalanista y de izquierdas necesita más de una legislatura. CiU puede ser un apoyo parlamentario del PSOE, pero en Cataluña continuará siendo la alternativa de gobierno al PSC por mucho tiempo.

P. ¿Puede haber un candidato charnego del PSC a la presidencia de la Generalitat?

R. Esta terminología no me gusta. Todos los catalanes son catalanes de primera.

P. ¿Cuál sería su candidato?

R. Yo estaré siempre al lado del presidente Maragall.

P. ¿Por qué está resultando tan incómoda para el PSOE una presidencia de la Generalitat en manos del PSC?

R. No comparto esta valoración. La financiación autonómica es un claro ejemplo de que los socialistas catalanes hemos podido trabajar con el PSOE con toda lealtad por ambas partes. Eso sí, cada uno asumiendo sus responsabilidades. Porque es evidente que por muy socialistas que seamos unos y otros y por mucho que compartamos un proyecto político, antes que nada yo me debo a los intereses que represento, que son los de los ciudadanos de Cataluña. Así, pues, firmeza para defender lo que conviene a Cataluña, toda; pero a la vez, es evidente que el grado de complicidad que existe con el Gobierno central es muy elevado. Y que la sociedad catalana no encontrará mejor interlocutor que nosotros para representar sus intereses ante el Gobierno central.

P. ¿La nueva financiación sigue en la senda del actual sistema o supone un nuevo modelo?

R. Es un cambio cualitativo en la buena dirección. De hecho este modelo es federal. Aumenta muy significativamente la participación en los distintos impuestos estatales, de forma que los ingresos de la Generalitat procederán totalmente de los impuestos que pagan los ciudadanos de Cataluña; nos da una responsabilidad fiscal real en el terreno normativo y en el de la administración tributaria; establece unos mecanismos justos y transparentes de nivelación; desaparece la supeditación normativa del Estatuto a la LOFCA; potencia, como nunca, el papel de la Comisión Mixta Estado-Generalitat; consagra que la financiación de la Generalitat no puede estar discriminada respecto a otras comunidades autónomas; y garantiza que la inversión en infraestructuras del Estado en Cataluña deberá corresponderse con el peso que tenemos en términos de PIB.

P. Pero finalmente no hay mucha más capacidad normativa, ni la agencia tributaria recauda todos los impuestos, ni se ha incluido el impuesto de sociedades... ¿Han renunciado a mucho?

R. Es un buen modelo. En sus puntos esenciales es el que siempre hemos defendido. Otros no pueden decir lo mismo. Sólo hay que ver lo que unos y otros proponíamos hace un año. Algunos defendían el concierto, reclamaban la soberanía fiscal total para Cataluña, criticaban la Agencia Tributaria consorciada y proponían lo que denominaban "cuota de retorno", consistente en una aportación al Estado de un 2% del PIB en concepto de solidaridad y de otro 2% en concepto de contribución a los gastos estatales.

P. ¿Se refiere a las reticiencias de CiU sobre las negociaciones que usted mantenía con el ministro Solbes?

R. Me alegro de que ahora otros compartan también nuestro modelo. Con el vicepresidente Solbes y el secretario de Estado Miguel Ángel Fernández Ordóñez hemos trabajado muy a fondo para alcanzar este acuerdo, como era nuestra obligación como responsables de los respectivos gobiernos en esta materia.

P. Las perspectivas que ha levantado el pacto son indudables. ¿Y si al final los resultados son peores de lo esperado?

R. El Estatuto, por sí mismo, no ofrece un modelo directamente operativo y por tanto no permite cuantificar hoy de forma precisa los ingresos que recibirá la Generalitat. Pero esto ocurre con este Estatuto y también con el que aprobó el Parlament el 30 de setiembre. Los que utilizan este argumento para descalificar el acuerdo se equivocan totalmente. Sin embargo, es evidente, desde mi punto de vista, que los criterios que consagra el Estatuto (en materia tributaria y en materia de nivelación) sientan unas bases que deberán permitir mejorar de forma apreciable la financiación de la Generalitat. Mucho más, por supuesto, de lo que permitieron hacerlo reformas anteriores.

P. ¿Cambiará la aportación solidaria al resto de España?

R. El acuerdo no concreta en detalle la fórmula de nivelación, que es una cuestión multilateral, pero establece unas pautas básicas que se resumen en dos grandes puntos: las distintas Comunidades Autónomas deben poder prestar niveles similares en los servicios básicos (educación, sanidad, servicios sociales) si realizan un esfuerzo fiscal similar; y ello no debe penalizar a las comunidades que pagan impuestos por encima de la media. Con estas bases, el nuevo modelo debe garantizar de forma inequívoca la solidaridad. Pero eso sí: el nuevo sistema no puede ser desincentivador. Debe permitir que aquellos que más contribuyen reciban parte del fruto de su esfuerzo.

P. El Gobierno central sostiene que ninguna comunidad saldrá perdiendo. Si no se modifican al alza las necesidades financieras de las comunidades, ¿no es eso la cuadratura del círculo?

R. El statu quo actual perjudica algunas comunidades como Cataluña. ¿Por qué no va a poder modificarse? Pero si los cambios se hacen gradualmente nadie saldrá perdiendo. Creo que el acuerdo es bueno para todos. No sólo en Cataluña va a mejorar la financiación.

P. ¿Cree que se seguirá acusando de insolidaria a Cataluña?

R. Estas acusaciones son falsas. En los últimos 20 años a menudo las propuestas procedentes de Cataluña han sido recibidas al principio con incomprensión, pero al final todas las comunidades se han beneficiado de los cambios generados. Ahora está sucediendo lo mismo. Los ciudadanos de Cataluña son muy solidarios, y quieren seguir siéndolo. Pero Cataluña necesita que las demás comunidades comprendan sus problemas porque afectan al conjunto de España. Lo que proponemos no sólo es bueno para Cataluña, conviene también a toda España.