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Los padres de los tres menores fugados de Sevilla entregan a uno

Uno de los tres menores de Sevilla que llevaban 14 meses en paradero desconocido después de haberse fugado de un centro de la Junta, fue entregado el miércoles por su familia en la casa de acogida de Carmona (Sevilla) donde permanece su hermana pequeña. Se trata de la niña de 11 años que se había escapado junto a sus hermanos del centro de Mairena del Aljarafe sólo dos días de haber llegado. Su hermano de 12 años también se pondrá a disposición de la Junta cuando las dos niñas sean trasladadas a Sevilla, un compromiso no escrito al que han llegado los padres y los técnicos de la Delegación provincial de Igualdad y Bienestar Social, según la Asociación Pro Derechos Humanos.

El mayor que tiene 16 años va a ingresar en una escuela taller y la madre, Manuela Muñoz, que es drogadicta, será internada en un centro de desintoxicación. También existe la intención de que los niños puedan visitar los fines de semana a su familia, que reside en el barrio obrero del Polígono Norte.

"Siguiendo el ejemplo de Salomón, hemos optado por la solución menos mala", señaló José Antonio Bosch, el abogado de la asociación. "Los niños son los grandes perdedores y no podían estar más tiempo sin escolarizar", manifestó. "Hemos encontrado una vía de desatasco de este asunto porque el tiempo corre en contra de los niños que son lo más importante", dijo. La Delegación de Igualdad en Sevilla destacó que la resolución de este caso es fruto del "diálogo".

Hace 14 meses, el Juzgado de Familia número seis de Sevilla le retiró la guarda y custodia de los cuatro niños a sus padres y dictó el desamparo de los pequeños. La policía tuvo que entrar en la vivienda para hacer cumplir la resolución. Se llevó a tres de los hermanos. Luego sacaron al mayor del Instituto Inmaculada Viera donde estudiaba. Tres de ellos se fugaron. Desde entonces, la Junta ha enviado diferentes oficios a la policía para que tratara de localizarlos. En este tiempo los pequeños han estado cerca de su casa, según su familia, residiendo en pisos de algunos parientes.

El matrimonio ha tenido seis hijos. Otra de sus hijas también le fue retirada hace seis años, a los pocos meses de nacer. El mismo año que los dos ingresaron en prisión. No la han vuelto a ver. Y otro hijo de cuatro años, que no está registrado oficialmente "para evitar que nos lo retiren", dice Amaya, vive con una tía materna. El caso está pendiente de recursos judiciales.

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