Michael Jackson aparece en Hamburgo

El cantante Michael Jackson abandonó ayer Hamburgo con destino a Francfort y Venecia tras un misterioso fin de semana en la ciudad del norte de Alemania. Jackson llegó el pasado jueves en compañía de sus hijos Prince de ocho años y Paris de siete, más una niñera, a la casa de la familia de un amigo en Hamburgo. Allí el cantante permaneció encerrado durante cuatro días mientras sus seguidores desafiaban temperaturas entre 1 y -13 grados para tratar de conseguir un autógrafo y para ver a su ídolo. Los admiradores hacían guardia en la calle, custodiada por patrullas de la policía. En un par de ocasiones Jackson dio una mínima satisfacción a la hinchada cuando asomó la cabeza entre los visillos estampados de flores o al mostrar una hoja con el texto: "Estoy muy orgulloso de estar de vuelta en Hamburgo. Me hacéis muy feliz. Os amo". La prensa alemana agotó los calificativos para definir la visita de Jackson: desde grotesca y extravagante hasta tenebrosa. Jackson acudió a visitar a un viejo amigo al que la prensa identifica como Anton S., de 23 años en la actualidad. Jackson y su amigo alemán se conocieron hace 10 años durante el popular programa de televisión Wetten, dass...? (¿Qué te apuestas?). Bajo un titular con signo de interrogación, el sensacionalista Bild Zeitung se preguntaba ayer a toda página: "¿Qué quiere Michael Jackson de este alemán?", y "¿A qué se dedicó Michael Jackson detrás de esa cortina de flores?".