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Reportaje:LAS INFRAESTRUCTURAS ENFRENTAN A AGUIRRE Y ZAPATERO

Una pelea política con la excusa de dos vías de peaje

Los Gobiernos central y regional se acusan mutuamente de trasladar a la Comunidad las luchas entre el PP y el PSOE

Soledad Alcaide

La pelea por el cierre de la autovía de circunvalación M-50 y la autopista de peaje R-1 es, sobre todo, política. Así lo apuntan desde uno y otro bandos: desde el Gobierno regional de Esperanza Aguirre (PP) y desde el central, presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

"A la Comunidad de Madrid le interesa tener un enemigo", ironiza una portavoz del Ejecutivo central sobre el enfrentamiento. "Zapatero sabe que Madrid es una región importante, que está controlada por el PP, y trata de fastidiarnos como puede", remacha una fuente de la Comunidad.

La disputa por las dos carreteras nació con la llegada del socialista Rodríguez Zapatero al poder. Hasta entonces, y sobre todo desde que Aguirre alcanzó la presidencia de Madrid, el Gobierno central del PP había acelerado todos los pasos para poner en marcha ambas infraestructuras. Primero las declaró de interés general en un real decreto del 26 de septiembre de 2003 y, dos días antes de las últimas elecciones generales, el 12 de marzo de 2004, fue publicado el concurso para redactar el estudio informativo de cierre de la M-50, en el tramo entre la A-1 (carretera de Burgos) y la A-6 (autopista de A Coruña).

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La intención de las dos administraciones era construir dos vías de peaje para el norte de la región: los usuarios sufragarían el coste de las infraestructuras, que servirían para mejorar el tráfico de toda la zona norte. También para abrir la puerta a la especulación urbanística, según la oposición (PSOE e IU) y grupos ecologistas.

Dos túneles

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Para cerrar el anillo de la M-50, el Gobierno regional decidió construir dos túneles -uno por sentido- de unos diez kilómetros bajo el monte de El Pardo, una zona protegida. Era la única forma de que la circunvalación sirviera de vía de distribución del tráfico y quitase vehículos a la M-40, ya colapsada. Pero se encontró con la protesta de los grupos ecologistas y de la oposición, que aseguraban que también significaría hacer chimeneas para las salidas de los humos del interior del túnel.

A finales de 2004, el Gobierno regional encargó el estudio informativo de la radial 1. El proyecto contempla en la actualidad una autovía de 24,5 kilómetros entre la carretera que une el aeropuerto de Barajas con Alcobendas y el municipio de El Molar, en lugar de extenderse hasta la localidad segoviana de Santo Tomé del Puerto, como contemplaba el proyecto inicial.

En El Molar, el Gobierno de Aguirre aprobó en julio pasado un desarrollo urbanístico de 4.500 viviendas que tuvo informes desfavorables de la Consejería de Medio Ambiente, cuando era presidente regional Alberto Ruiz-Gallardón. El grupo socialista en la Asamblea ha relacionado esta decisión con la futura radial 1.

La llegada de Zapatero al poder frenó el paso a los dos proyectos de carreteras. Las reuniones de antes del verano pasado entre la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y Aguirre, y luego entre el secretario de Estado, Víctor Morlán, y la consejera de Transportes e Infraestructuras, María Dolores de Cospedal, no lograron desbloquear la situación, pese a que las dos administraciones se comprometieron a alcanzar un acuerdo.

"Siempre hemos dicho que el cierre de la M-50 tenía una afección medioambiental muy fuerte, al pasar junto al monte de El Pardo", subraya el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán. "No lo vemos claro y queremos buscarle alternativas", agrega. En cambio, la Comunidad siempre ha defendido que las necesidades de despejar el tráfico de la zona norte avalan los proyectos.

Lo que ocurre es que las dos administraciones no tienen la misma prisa. Mientras Fomento aboga por ir con pies de plomo, a la Consejería de Transportes le faltan días. Por eso, esta última decidió en septiembre actuar por su cuenta. A finales de mes publicó a la vez el estudio de viabilidad de la M-50 y de la radial 1. En él, la consejería indicaba que en el túnel bajo El Pardo no se harían "edificios de ventilación o salidas de emergencia, aunque tendrá los apropiados sistemas de evacuación". La solución técnica que se halló fue la de que la ventilación se hiciera en los dos extremos de los subterráneos.

Ambos proyectos marchan a buen ritmo en manos de la consejería. De Cospedal asegura que serán dos obras "modernas" y explica que numerosas empresas quieren participar en su adjudicación, que será en menos de un mes. Especialmente, en el cierre de la M-50. "Será una de las obras emblemáticas de la región", afirmó. Según la consejera, la construcción de los dos túneles supondrá contar con sistemas muy avanzados de depuración de aire. "Hemos visto dos o tres posibles para no tener que hacer chimeneas", recalcó.

De momento, los proyectos están en la fase de adjudicación, una vez que se han recibido las alegaciones de los afectados, y la consejería las está tomando en cuenta.

Sin embargo, la decisión del Consejo de Ministros de requerir a la Comunidad de Madrid para que deje de empeñarse en estas infraestructuras puede retrasar de nuevo los plazos. Sobre todo, si la pelea política acaba en el Tribunal Constitucional.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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