Corea del Sur teme que la crisis iraní frustre las negociaciones con el Norte

Corea del Sur tiene puestas más que esperanzas en que finalmente en febrero se desbloquee el camino para las negociaciones a seis, y sin condiciones previas, que lleven a la desnuclearización del Norte, pero teme que la cuestión de Irán tenga "un impacto negativo". Ban Ki-Moon, ministro surcoreano de Exteriores, consideró que en cuanto el Norte acordara el desmantelamiento de las posibles armas e instalaciones nucleares y se empezara a comprobar el progreso, sin esperar al final, Corea del Sur podría empezar a prestarle una asistencia económica significativa.

El plan que se plantea entre los seis (China, EE UU, Japón, las dos Coreas y Rusia) es el compromiso de ese desmantelamiento, acompañado de una ayuda económica y una garantía de seguridad para las dos Coreas, y finalmente, el control y verificación del desarme nuclear completo por el OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica), dirigido por Mohamed el Baradei. Lo que, según Ban, Seúl no acepta es que Pyongyang exija el levantamiento de las sanciones financieras que nada tienen que ver con la cuestión nuclear, sino con la emisión de dólares falsos y otros actos ilícitos. Corea del Sur, que es la quinta potencia mundial en energía nuclear, renunció al reprocesamiento del combustible, y pretende que el Norte siga esta línea. De hecho, El Baradei propone a medio plazo el control internacional sobre las actividades nucleares en todos los países y la creación de una bolsa global para asegurar el suministro de uranio a todos, según explicó ayer en Davos. El Baradei pretende que "Estados Unidos proporcione a Irán reactores y Teherán declare una moratoria de ocho o nueve años" hasta que el país recupere la confianza de la comunidad internacional.