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Las autoridades rusas encierran a Jodorkovski en una celda de castigo

La prisión acusa al magnate de tener documentos prohibidos

Las penurias de Mijaíl Jodorkovski, el multimillonario ruso ex presidente de la petrolera Yukos, continúan en el presidio siberiano de Krasnokámensk. A la amonestación que se le impuso en diciembre pasado por haber abandonado su puesto de trabajo sin permiso -había ido a buscar al jefe del taller después de que su máquina de coser se estropeara- ahora se ha sumado otra por tener en su poder documentos prohibidos. Tomando en consideración que ésta es la segunda infracción en menos de dos meses, las autoridades carcelarias decidieron enviar al magnate a una celda de castigo en la que permanecerá encerrado cinco días.

Durante un registro, los empleados del presidio encontraron y confiscaron a Jodorkovski dos decretos del Ministerio de Justicia y las correspondientes instrucciones que éstos aprobaban sobre los derechos de los condenados que se encuentran en las cárceles. Lo más chocante del asunto es que esos documentos le llegaron a Jodorkovski oficialmente a través del correo y fueron entregados por el censor del presidio poco antes del registro, según se explica en la página web del magnate. Según los abogados de Jodorkovski, el derecho de los condenados a obtener información sobre sus derechos y obligaciones es indiscutible y está consignado en el Código Penal.

Jodorkovski tampoco podrá recibir el próximo 30 de enero, como estaba planificado, la visita de turno de su esposa, ya que, según la administración del presidio, "las habitaciones para visitas prolongadas están actualmente en reparación". Ahora las cosas se complican, porque si Jodorkovski es calificado de "infractor premeditado de la disciplina" carcelaria puede ser privado del derecho a recibir esa visita.

Los abogados de Jodorkovski han manifestado su intención de apelar en el juzgado de Kranokámensk el actual castigo del magnate, al igual que han apelado la primera amonestación por abandono del lugar de trabajo.

Mientras tanto, a Irina Jodorkóvskaya, la esposa del multimillonario caído en desgracia, le han ofrecido presentarse a las elecciones suplementarias para un escaño en la Duma Estatal en representación de la isla de Sajalín. Irina agradeció el gesto, que valoró como un acto de solidaridad con su marido, pero dijo que no pensaba dedicarse a la política. Irina se preparaba para viajar a Krasnokámensk el próximo fin de semana, ya que el lunes tenía fijada la visita larga que le corresponde a Jodorkovski cada tres meses. Pero como ha sido suspendida, ahora no sabe cuándo podrá viajar a Siberia. La vez anterior, la primera que veía a su marido desde que fue enviado al presidio de la provincia de Chitá, le llevó, además de ropa de abrigo, un reloj con varias alarmas como le había pedido. "Estaba feliz, como un niño al que le regalan el primer reloj de su vida", contó Irina después de regresar de Krasnokámensk.

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