Carod no logra superar sus "diferencias abismales" con Zapatero sobre el Estatuto

La reunión que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, celebró ayer en La Moncloa con los principales líderes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod Rovira y Joan Puicercós, finalizó sin acuerdo, aunque seguirán las conversaciones en los próximos días. Tanto Carod como Puigcercós argumentaron que existe una "distancia abismal" entre la propuesta aprobada por el Parlamento de Cataluña y la pactada por Zapatero y el presidente de CiU, Artur Mas, el pasado sábado, en materia de financiación, "la columna vertebral del nuevo Estatuto".

La reunión del presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, y el portavoz de esta formación en el Congreso, Joan Puigcercós, que se prolongó durante cuatro horas, se desarrolló en un "clima cordial", pese a las "discrepancias de fondo", según señaló Puigcercós al final de la reunión.

El presidente del Gobierno rompió su tradición de salir a recibir a sus visitas políticas en las escalinatas del palacio. Tampoco hubo las fotos rituales, en respuesta a la reclamación de los representantes de ERC que, de este modo, querían expresar su "malestar de fondo" por haber dado preferencia Zapatero al líder de CiU, Artur Mas, en la suscripción del acuerdo político sobre el nuevo Estatuto.

La financiación fue la cuestión de fondo en la que Carod y Puigcercós expresaron su discrepancia con Zapatero. "El sistema de financiación acordado por Zapatero con Mas no acaba con el déficit fiscal en Cataluña y tampoco ofrece mecanismos para garantizar un juego bilateral entre la Generalitat y el Gobierno central", señaló Puigcercós al finalizar el encuentro. Los republicanos calculan en 1.822 millones de euros lo máximo que pueden lograr con el nuevo modelo de financiación.

Puigcercós admitió que Zapatero les respondió que la propuesta de financiación, asumida por CiU e ICV, es "el máximo" que el Gobierno socialista les podía ofrecer. También abordaron otras cuestiones, como la manera de abordar el traspaso de las competencias de puertos y aeropuertos. Los dirigentes republicanos manifestaron a Zapatero que trasladarían el contenido de las propuestas que les presentó a la dirección del partido, que se reúne hoy mismo en Cataluña, para analizarlo y ofrecer una respuesta en los próximos días.

Los dirigentes republicanos aclararon también a Zapatero que su pretensión no es rupturista y que continuarían las conversaciones en los próximos días. Zapatero les apremió para tratar de llegar a un acuerdo antes del 6 de febrero, día en que se constituye la ponencia en el Congreso. Pero Carod y Puigcercós respondieron que no hay tanta prisa. "No queremos alargar la negociación para mantener una estrategia de la tensión. Pero tampoco queremos que la precipitación y la frivolidad defrauden las expectativas en Cataluña", señaló Puigcercós.

Zapatero insistió, en la reunión, en la necesidad de que ERC se incorpore al acuerdo y puso en valor las aportaciones de este partido al Estatuto. "ERC ha sido un verdadero protagonista del Estatuto", dijo la vicepresidenta primera del Gobierno, maría Teresa Fernández de la Vega, que ejerció como portavoz de Zapatero, al finalizar el encuentro.

La denominación, inalterable

El presidente del Gobierno quiso paliar el malestar de Carod Rovira y Puigcercós por haberse visto desplazados en el protagonismo del acuerdo. Les expresó su pretensión de seguir trabajando juntos tanto en el Congreso como en Cataluña.

Los dirigentes republicanos salieron convencidos de la voluntad de Zapatero de que se sumen al acuerdo y le aseguraron que lo sucedido no tendrá consecuencias drásticas sobre el apoyo de ERC el Gobierno tripartito de Cataluña. Paro tampoco le ocultaron su desengaño por haberles marginado en el pacto que contrajo el sábado con Mas. "Nosotros hemos sido leales con el Gobierno socialista y no hemos sido correspondidos", dijo Puicergós, quien precisó que, aunque ERC seguirá apoyando al Ejecutivo central, su apoyo será, a partir de ahora, más matizado.

Por la mañana, el presidente de ICV y conseller de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, acompañado del portavoz de esta formación en el Congreso, Joan Herrera, trasladó a Zapatero en La Moncloa su respaldo al acuerdo del proyecto de Estatuto. La tercera fuerza del Gobierno tripartito catalán trató de actuar como componedora en el conflicto abierto entre ERC y Zapatero, y empezó por pedir a los republicanos su incorporación al pacto por "ser un salto político en el autogobierno como nunca se había producido".

"El Estatuto es bueno porque es de todos", enfatizó Saura tras describir la situación creada entre ERC y CiU como "una carrera por quién es el padre del Estatuto". Y expresó su satisfacción por "los acuerdos alcanzados con el Gobierno y el PSOE".