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Digital Legends, historia de una reconversión con éxito

Xavier Carrillo, Ángel Cuñado y compañía fundaron Digital Legends para lanzar un espectacular juego de PC llamado Nightfall Dragons. Aprovecharían la experiencia acumulada con el desarrollo de Blade para Rebel Act, pero los atentados del 11 de septiembre frustraron una inversión de 800 millones.

A punto de naufragar, la casualidad les llevó a coincidir con Nokia en unas jornadas en la Escuela Técnica de La Salle, de Barcelona, donde los finlandeses aceptaron ver una demostración de lo que eran capaces de hacer con su consola-teléfono N-Gage.

Carrillo puso a trabajar a su equipo -inicialmente preparado para proyectos en PC-, en un juego de lucha para móviles. Adaptaron el motor gráfico 3-D con software que tenían para ordenador a la portátil y el resultado dejó tan asombrados a los ingenieros de Nokia que decidieron convertir Digital Legends en una first party, o lo que es lo mismo, en una extensión de la compañía.

Son conscientes de que han aprovechado una inmejorable oportunidad con Nokia para dar visibilidad a la compañía, que está recibiendo tantas ofertas para trabajar con móviles que han decidido crear una división para cada plataforma, una para PC/consolas y otra para móviles. Con una harán lo que les gusta, con la posibilidad de dar un campanazo, y con la otra aseguran la viabilidad económica de la empresa. Hasta 22 personas han trabajado en su juego para móviles One. Carrillo no quiere decir cuánto ha costado, pero un cálculo rápido sitúa la inversión entre los 0,6 y los 0,9 millones de euros, una cifra muy alejada de los cinco millones que, probablemente, costará Nightfall Dragons.

One es un juego de lucha en tres dimensiones con personajes y escenarios casi fotorrealistas. El objetivo es ganar a los contrincantes hasta convertirse en el único, el elegido. Lo que tiene de especial es la altísima factura técnica que exprime todo lo que es capaz de dar de sí misma la consola N-Gage. Movimientos fluidos que responden a las pulsaciones de forma instantánea, transiciones entre posturas verosímiles, ejecución perfecta de los golpes, defensas efectivas... todo lo que se le puede pedir a un buen título de lucha para una consola de sobremesa lo tienen One. A todo ello hay que sumarle la posibilidad de subir los resultados a la Arena virtual de Nokia mediante GPRS para clasificarse entre los mejores luchadores del mundo.

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